(LSN/InfoCatólica) Colorado se prepara para promulgar una de las legislaciones más permisivas sobre el aborto en todo el mundo. El domingo 6 de abril, el Senado estatal aprobó el proyecto de ley SB-183 con 20 votos a favor (demócratas) y 15 en contra (republicanos). La Cámara de Representantes ya había dado luz verde previamente al texto, bajo la denominación de «Ley de Equidad en la Salud Reproductiva» (HB-1279). El gobernador demócrata Jared Polis ha adelantado que firmará la norma.
El proyecto contempla que el Estado financie, con fondos públicos, abortos realizados incluso hasta el momento inmediatamente anterior al parto. Además, obliga a los seguros médicos de los empleados públicos a incluir esta cobertura. La ley se ampara en la Enmienda 79, respaldada en referéndum por un 61 % de los votantes en 2024, que derogó una medida de 1984 que impedía el uso de fondos estatales para el aborto y que también prohíbe imponer restricciones legales a esta práctica.
Capital mundial del feticidio
La oposición republicana ha denunciado el contenido y la forma en que se ha tramitado la ley. «El proyecto 183 convierte a Colorado en la capital mundial del feticidio, firmando en nombre de los contribuyentes un cheque en blanco para financiar abortos incluso de quienes llegan de fuera del estado», señaló el representante Ken deGraff en un mensaje publicado en X.
El investigador provida Michael New criticó las justificaciones económicas esgrimidas por los defensores de la norma, como la afirmación de la presidenta de la Cámara, Julie McCluskie, quien aseguró que «un parto es más caro que un aborto». New sostiene que los argumentos sobre el supuesto ahorro presupuestario son falaces.
Durante los debates, la representante Brandi Bradley denunció que la ley constituye una «ayuda multimillonaria a la industria del aborto», y que se ha aprobado «sin supervisión, sin seguimiento, sin rendición de cuentas: solo dinero de los contribuyentes financiando la muerte».
Los republicanos intentaron frenar la tramitación del proyecto mediante la presentación de más de una docena de enmiendas, todas rechazadas. Una de ellas, presentada por la diputada Stephanie Luck, advertía:
«Un niño negro concebido en Colorado tiene un 50 % de probabilidades de ser abortado en el vientre. Esto es una tragedia étnica, no una elección».
La líder republicana en la Cámara baja, Rose Pugliese, lamentó el cierre anticipado del debate parlamentario:
«Los habitantes de Colorado merecen algo mejor que un debate apresurado y voces silenciadas. Imponer políticas mientras se ignoran preocupaciones legítimas sobre el rumbo del estado no es el motivo por el que estamos aquí».