(Tribune Chrétienne/InfoCatólica) «Fue Monseñor Ulrich quien aceptó mi llegada a París, por lo tanto, tengo buenas relaciones institucionales con la diócesis, no ha habido ninguna tensión». Con estas palabras, Monseigneur Dominique Rey confirmó, en una entrevista exclusiva concedida a Tribune Chrétienne, que próximamente ejercerá su ministerio en la capital francesa. Lo hará en la parroquia de Notre-Dame des Champs, situada en el distrito 14.
«Ejerceré un ministerio en Notre-Dame des Champs, todo está por construir: mucha escucha, acompañamiento espiritual, organización de peregrinaciones y todo lo que concierne a mi misión inicial, es decir, la evangelización», explicó el obispo. Subrayó que su petición fue bien acogida por el arzobispo Michel Aupetit, sin que mediara ningún conflicto con la diócesis de París.
La presidencia de la Conferencia Episcopal: un peso considerable
Preguntado sobre la elección del nuevo presidente de la Conferencia de los Obispos de Francia (CEF), Monseigneur Rey reconoció la dificultad que supone asumir esa responsabilidad: «Estamos en un momento delicado por las diversas orientaciones dentro de la Conferencia. Pero lo principal es la disponibilidad del obispo para esa misión. Es muy exigente compaginar la carga episcopal con una función nacional que implica coordinación, gestión, relaciones con la Santa Sede en Roma… y numerosos desplazamientos».
Aunque evitó pronunciarse sobre posibles candidatos, apuntó a la necesidad de «una persona con experiencia en la gestión de una diócesis, con gran capacidad de relación y vínculos institucionales con las autoridades públicas». También destacó el papel de los cardenales Bustillo y Aveline, valorados por Roma y cercanos al Papa Francisco: «Son personalidades a las que se les ha confiado una misión, pero también depende de su disponibilidad».
Apoyo total a la defensa de las iglesias como lugares de culto
Monseigneur Rey expresó su respaldo incondicional a la campaña de Tribune Chrétienne contra la venta de iglesias y su uso para actividades ajenas al culto: «Apoyo esta petición y cualquier otra en ese mismo sentido. Todo lo que favorezca el mantenimiento del uso cultual debe ser promovido en conexión con la iglesia local. De lo contrario, se corre el riesgo de que caiga en manos de cualquier secta».
Como ejemplo, citó la situación en los Países Bajos, donde más de 600 templos históricos ya han sido vendidos. Reivindicó la importancia de mantener la afectación religiosa de las iglesias en Francia, aunque disminuya su uso. Entre las alternativas aceptables propuso conciertos de música sacra o visitas patrimoniales, siempre que respeten la sacralidad del lugar.
Respecto a las comunidades tradicionalistas o conservadoras que podrían dinamizar algunas parroquias, se mostró abierto a su participación, siempre «en pleno acuerdo con Roma». También resaltó el papel de las tradiciones culturales vivas en regiones como Provenza, Córcega, Bretaña o el País Vasco: «Hay que ver cómo estas tradiciones pueden implicarse. La solución no es exclusivamente clerical, también puede pasar por cristianos comprometidos», dijo, mencionando las Bravades provenzales como ejemplo de espiritualidad popular.
Renuncia forzada
Mons. Dominique Rey tuvo que presentar su renuncia como obispo de Fréjus-Toulon a principiosde este año. El prelado dijo desconocer las razones por las que el Papa le pidió su renuncia, cuando hace un año le animaba a seguir. El obispo obedeció y se fue dando las gracias a su clero y sus fieles.