Los obispos hondureños muestran su cercanía a los familiares de las víctimas de un accidente aéreo
Zona del accidente aéreo en Roatán (Honduras)

Doce fallecidos y 5 supervivientes, tres de ellos en estado grave

Los obispos hondureños muestran su cercanía a los familiares de las víctimas de un accidente aéreo

La Conferencia Episcopal de Honduras ha expresado su cercanía y solidaridad con las familias afectadas por el trágico accidente aéreo en Roatán. Además ha exhortado a la ciudadanía a unirse en oración por el eterno descanso de las víctimas y la pronta recuperación de los heridos, confiando en la misericordia divina y la intercesión de Santa María de Suyapa.

(InfoCatólica) El accidente aéreo en Honduras ocurrió el lunes en la isla de Roatán, un popular destino turístico en el Caribe hondureño. Una aeronave Jetstream 32, operada por la aerolínea local Líneas Aéreas Nacionales de Honduras SA (Lanhsa), despegó del Aeropuerto Internacional Juan Manuel Gálvez con destino a La Ceiba, en la costa norte del país. Sin embargo, apenas un minuto después de despegar, alrededor de las 18:15 horas locales, el avión realizó un viraje brusco y se precipitó al mar a aproximadamente un kilómetro del aeropuerto.

El avión transportaba a diecisiete personas: quince pasajeros y dos tripulantes (los pilotos Luis Araya y Francisco Lagos). Según los reportes oficiales, el saldo del accidente fue de doce fallecidos y cinco supervivientes, tres de ellos en estado grave. Entre los fallecidos se encontraba Aurelio Martínez Suazo, un reconocido cantautor hondureño de la etnia garífuna y exdiputado, cuya muerte conmocionó al país por su relevancia cultural.

Las labores de rescate comenzaron de inmediato, lideradas por el Comité de Operaciones de Emergencia (COE), que incluyó a las Fuerzas Armadas, el Cuerpo de Bomberos, la Policía Nacional, la Cruz Roja y otros servicios de emergencia, bajo la coordinación de la presidenta Xiomara Castro. Los sobrevivientes, algunos en estado grave como la ciudadana francesa Helen Odile Guibar, fueron trasladados a hospitales en Roatán y San Pedro Sula. La profundidad a la que quedó sumergida la aeronave, estimada entre 30 y 50 metros, complicó las operaciones, que se suspendieron temporalmente durante la noche y se reanudaron al amanecer.

Hasta el momento, las causas del accidente no han sido determinadas con certeza. Las autoridades de Aeronáutica Civil de Honduras iniciaron una investigación, pero preliminarmente se ha especulado sobre posibles fallos mecánicos, dado que el incidente ocurrió poco después del despegue. Las condiciones climáticas y la visibilidad no han sido señaladas como factores determinantes en los reportes iniciales.

Los obispos hondureños han querido sumarse al duelo nacional por el accidente, mediante un comunicado publicado en su cuenta de Facebook.

 

2 comentarios

Mauricio
Se están cayendo demasiados aviones en el mundo, antes esto no ocurría; estarán las elites probando algo nuevo?? el tiempo lo dirá...
20/03/25 1:11 PM
Antonio José L.
Bueno, Mauricio, eso de que antes no ocurría...Por ejemplo, como sabrá usted, el mayor accidente aéreo de toda la historia ocurrió en España en los setenta. Lo que yo no sabía hasta hace muy poco es que 6 años después hubo en Madrid otro de características muy parecidas..
20/03/25 6:08 PM

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