Francisco: «La guerra sólo devasta comunidades y el medio ambiente»

Carta al director del diario italiano Corriere della Sera

Francisco: «La guerra sólo devasta comunidades y el medio ambiente»

El Papa Francisco ha respondido con una carta al director del Corriere della Sera, Luciano Fontana, quien le envió un mensaje de cercanía en estos momentos de enfermedad. En su misiva, escrita desde el Policlínico Gemelli, el Pontífice reitera su llamamiento por la paz, la importancia de la diplomacia y el papel de las religiones en la construcción de fraternidad y justicia.

 (InfoCatólica) Desde su ingreso en el Policlínico Gemelli de Roma, el Papa Francisco ha enviado una carta al director del diario italiano Corriere della Sera, Luciano Fontana, en respuesta a un mensaje de apoyo y cercanía recibido por parte del periodista. En su misiva, fechada el 14 de marzo de 2025, el Santo Padre reflexiona sobre la fragilidad humana y el sinsentido de la guerra, haciendo un nuevo llamamiento por la paz y el desarme.

«La fragilidad humana tiene el poder de hacernos más claros sobre lo que dura y lo que pasa, sobre lo que nos hace vivir y lo que mata», escribe el Papa, destacando cómo la enfermedad y el sufrimiento pueden ayudar a comprender mejor el verdadero valor de la existencia. Asimismo, lamenta que con frecuencia se tienda a negar los límites y a alejarse de las personas frágiles y heridas, pues estas «tienen el poder de cuestionar la dirección que hemos elegido, como individuos y como comunidad».

Francisco dirige una invitación especial a los periodistas y profesionales de la comunicación, instándolos a tomar conciencia del peso de sus palabras. «Nunca son sólo palabras: son hechos que construyen entornos humanos. Pueden conectar o dividir, servir a la verdad o servirse de ella», afirma el Pontífice, subrayando la necesidad de «desarmar las palabras para desarmar las mentes y desarmar la Tierra».

En su reflexión, el Papa denuncia los efectos devastadores de la guerra sobre las comunidades y el medio ambiente, reiterando que no aporta soluciones a los conflictos. Frente a esta realidad, subraya la necesidad de revitalizar la diplomacia y de dar credibilidad a las organizaciones internacionales. Además, señala el papel fundamental de las religiones, que pueden recurrir a la espiritualidad de los pueblos para reavivar el deseo de fraternidad y justicia.

El Santo Padre concluye su carta con una invitación al compromiso común en la búsqueda de la paz:

«Todo esto exige compromiso, trabajo, silencio, palabras. Sintámonos unidos en este esfuerzo, que la Gracia celestial no dejará de inspirar y acompañar».

 

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