Mark Carney se une a la lista de dirigentes que dicen ser católicos y abortistas

Sustituye a Justin Trudeau al frente del gobierno en Canadá

Mark Carney se une a la lista de dirigentes que dicen ser católicos y abortistas

El economista y exgobernador de los bancos centrales de Canadá y Reino Unido, Mark Carney, ha sido investido como el 24º primer ministro de Canadá, sucediendo a Justin Trudeau. Se une así a la cada vez más larga lista de dirigentes que sew proclaman católicos y a la vez abortistas.

(NCRegister/InfoCatólica) A lo largo de su carrera profesional, Carney ha sido considerado un defensor del globalismo, una doctrina que aboga por la cooperación económica y política internacional en lugar de centrarse exclusivamente en políticas nacionales.

Ahora que se ha convertido en el primer ministro del país, algunos analistas políticos pronostican que convocará elecciones anticipadas antes de que termine el mes, con la intención de aprovechar el reciente auge de popularidad del Partido Liberal tras el anuncio del presidente Donald Trump de imponer elevados aranceles a las importaciones canadienses.

A continuación, se presentan nueve aspectos clave sobre su persona y carrera política:

1. Es católico

Mark Carney nació el 16 de marzo de 1965 en Fort Smith, en los Territorios del Noroeste de Canadá, dentro de una familia católica. Su padre era director de un instituto local en el que su madre trabajaba como profesora.

Cuando Carney era aún un niño, la familia se trasladó a Edmonton, donde su padre se convirtió en profesor de educación en la Universidad de Alberta y llegó a ser un miembro destacado de la comunidad católica de la provincia.

Carney se graduó en el instituto católico St. Francis Xavier de Edmonton, donde, según se informa, era un apasionado del hockey, seguidor de los Edmonton Oilers y un excelente estudiante. Gracias a su desempeño académico, obtuvo una beca para estudiar en la Universidad de Harvard.

Ha manifestado públicamente su compromiso con la fe católica a lo largo de su vida adulta. En 2015, cuando ejercía como gobernador del Banco de Inglaterra, fue nombrado «el católico más influyente de Reino Unido» por The Tablet, un periódico católico progresista británico.

2. Tiene vínculos históricos con el Partido Liberal que ahora lidera

Aunque Carney se presentó como un «outsider político» durante su exitosa campaña para suceder a Trudeau, lo cierto es que su relación con el Partido Liberal de Canadá es de larga data.

Su padre fue candidato del Partido Liberal en la década de 1980, aunque sin éxito. En los años 2000, el partido lo reclutó del sector privado para incorporarse al servicio público. En 2012, se especuló que consideraba postularse al liderazgo del partido antes de que Trudeau anunciara su candidatura.

Más recientemente, tras su regreso a Canadá en 2020, Trudeau lo nombró asesor económico especial. En 2023, el entonces primer ministro intentó designarlo como ministro de Finanzas, lo que provocó la renuncia de Chrystia Freeland en señal de protesta y aceleró la dimisión de Trudeau como líder del Gobierno.

3. Es licenciado por Harvard y Oxford y comenzó su carrera en la banca de inversión en Goldman Sachs

Desde el inicio de su vida adulta, Carney siguió un camino claramente ligado a la élite globalista. Se graduó con honores en Harvard y completó dos posgrados en economía en la Universidad de Oxford.

En Oxford conoció a su esposa, Diana Fox, una economista británica especializada en políticas sobre el cambio climático. La pareja se casó en 1994 y tiene cuatro hijas. Actualmente, Diana trabaja en el Eurasia Group, una firma de consultoría política en la que también colabora Gerald Butts, antiguo asesor jefe de Trudeau.

Después de graduarse en Harvard, Carney fue contratado por la firma de inversión Goldman Sachs, donde trabajó durante 13 años en sus sedes de Londres, Tokio, Nueva York y Toronto. En 2003, dejó su lucrativa carrera en el sector privado para unirse al Banco de Canadá.

4. Fue gobernador de los bancos centrales de Canadá y Reino Unido

En 2003, el Gobierno Liberal de Canadá lo nombró vicegobernador del Banco de Canadá. En 2008, el primer ministro conservador Stephen Harper lo ascendió a gobernador de la institución, y su respuesta ante la crisis financiera de ese año le valió reconocimiento internacional.

Sin embargo, durante la campaña de liderazgo de Carney, Harper criticó su supuesto protagonismo en la recuperación económica canadiense: «Escuchar a Carney atribuirse méritos por cosas en las que tuvo poca o ninguna intervención me deja perplejo», declaró el ex primer ministro.

En 2013, Carney dimitió como gobernador del Banco de Canadá para asumir el mismo puesto en el Banco de Inglaterra, convirtiéndose en el primer extranjero en dirigir la entidad. Aunque su gestión económica fue bien valorada, su postura pública sobre los efectos negativos del Brexit generó críticas por su presunta interferencia en asuntos políticos.

5. Es enviado especial de la ONU para el clima y las finanzas

Poco antes de dejar el Banco de Inglaterra en 2020, Carney fue nombrado enviado especial de la ONU para la acción climática y las finanzas. En este cargo, su objetivo es diseñar estrategias para el crecimiento económico sin aumentar las emisiones de carbono, en línea con la lucha contra el calentamiento global.

Su implicación con organizaciones internacionales es extensa: forma parte del Foro Económico Mundial, el Grupo de los Treinta y el consejo asesor de la fundación Bloomberg Philanthropies, entre otros. También es presidente del think tank progresista Canada 2020.

6. Es miembro del Consejo del Vaticano para el Capitalismo Inclusivo

En 2020, Carney fue invitado a formar parte del Consejo del Vaticano para el Capitalismo Inclusivo, una iniciativa que busca conciliar la economía de mercado con valores morales y sociales.

Su libro Values: Building a Better World for All (2021) comienza con una anécdota sobre un almuerzo en el Vaticano al que asistió y en el que el papa Francisco se sumó inesperadamente para instar a los presentes a fortalecer la dimensión ética de la economía.

7. Su principal prioridad política es la lucha contra el cambio climático

Carney considera el cambio climático como una amenaza existencial y ha abogado por la creación de marcos económicos que guíen a individuos y empresas hacia soluciones de cero emisiones. En un discurso de 2020, elogió el activismo de Greta Thunberg y propuso un enfoque de «50 tonos de verde» para que todas las empresas puedan avanzar hacia la sostenibilidad.

8. Apoya abiertamente el aborto

A pesar de su fe católica y su admiración por el papa Francisco, Carney se ha manifestado en favor del derecho al aborto. El día que el Tribunal Supremo de EE. UU. revocó Roe vs. Wade, escribió en X (antes Twitter): «Estoy orgulloso de vivir en un país donde el derecho de la mujer a decidir está fuertemente respaldado».

9. Se enfrentará a Donald Trump en una guerra comercial

Carney ha prometido una respuesta firme a los aranceles impuestos recientemente por Trump a los productos canadienses. «Los aranceles de Trump son un ataque contra los trabajadores y las empresas de Canadá», declaró el 11 de marzo en X. «Nuestro Gobierno responderá con medidas de impacto máximo en EE. UU. y mínimo en Canadá, mientras apoyamos a los trabajadores afectados».

Se espera que en los próximos días anuncie nuevas medidas comerciales en respuesta a la escalada de tensiones entre ambos países.

3 comentarios

Marta de Jesús
Pues de momento siguen empeñados en querer casar lo católico y lo pagano. Un matrimonio #no# bendecido por Dios, #mal avenido#, con tremendas consecuencias para quienes no tienen asegurados sus derechos, los hijos por nacer, enlace que obviamente no durará mucho. Se avecina divorcio. Los eufemismos pesan tanto que caerán por su propio peso. "Derechos de la mujer a decidir...". En fin, pa mear y no echar gota. Espero que las que queremos que nuestros hijos sobrevivan podamos tener también derechos. O los nuestros serán torcidos?
17/03/25 12:27 PM
Alberto
Nadie está obligado a ser católico. Hay incompatibilidad entre ser católico y abortista. Por lo tanto, cuando una figura pública dice ser católica y defiende el aborto, debe ser corregida por los más altos responsables católicos del país, en este caso Canadá. Alguien tiene que decirle que no puede proclamarse católico y al mismo tiempo apoyar el aborto. Tienes que elegir. O una cosa u otra. Y si persiste, el obispo respectivo debe hacer público que la persona dice ser católica, pero en realidad no lo es y está engañando a la gente.
17/03/25 12:39 PM
JUAN NADIE
Despues de la AMORIS no podemos extrañarnos de que este político se atreva a alardear de semejante contradicción.
17/03/25 1:11 PM

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