(Aica/InfoCatólica) En medio del fuerte temporal que azotó la capital provincial argentina el pasado 12 de marzo, la parroquia San Nicolás de Bari, ubicada en el barrio Talleres Oeste, fue víctima de un lamentable acto de vandalismo y profanación del Santísimo Sacramento. En la oscuridad de la madrugada, desconocidos ingresaron al templo, perpetrando un robo y atentando contra la sagrada reserva eucarística, generando un profundo dolor y consternación en la comunidad católica local.
El arzobispo de Córdoba, cardenal Ángel Rossi SJ, confirmó lo sucedido a través de un comunicado oficial, donde detalló la gravedad del hecho: «En la madrugada del 12 de marzo pasado, unos desconocidos irrumpieron en el templo sustrayendo el copón del sagrario y la teca para exposición del Santísimo, volcando las sagradas formas de la reserva en el piso».
Ante lo ocurrido, el prelado expresó su profunda preocupación y dolor, subrayando la necesidad de una respuesta espiritual por parte de la comunidad creyente. En este sentido, hizo un llamado a todas las parroquias e iglesias de la arquidiócesis a unirse en oración y reparación por este ultraje: «Dicho acto reviste el carácter de enorme gravedad por las características propias del mismo, por lo que invito a las parroquias e iglesias de la Arquidiócesis a realizar actos de reparación y oración, destacando en las homilías sobre el tema».
En respuesta a este lamentable suceso, el viernes 14 de marzo se llevó a cabo en la parroquia afectada un acto de desagravio y una misa de reparación, donde numerosos fieles se congregaron en un ambiente de recogimiento y fe. Durante la celebración, los presentes elevaron oraciones para pedir el perdón y la restauración espiritual tras el agravio cometido. Este encuentro sirvió también como un recordatorio de la importancia de la Eucaristía en la vida cristiana y de la necesidad de custodiar con celo los lugares sagrados, reforzando la fe y el compromiso de los fieles con la adoración al Santísimo Sacramento.