(ACN/InfoCatólica) En su mensaje, la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea (COMECE) destaca el apoyo «humanitario, político, económico, financiero y militar» prestado por los “líderes de la Unión Europea” y por muchas organizaciones de la sociedad civil a través de “gestos concretos de solidaridad». Sin embargo, en esta Declaración de apoyo a Ucrania, la COMECE hace un llamamiento «a los miembros de la Unión Europea para que permanezcan unidos en su compromiso de apoyar a Ucrania y a su pueblo».
Respecto a un posible acuerdo de paz, los obispos europeos recuerdan que este «debe establecer las condiciones necesarias para garantizar que las familias ucranianas puedan reunirse de nuevo y vivir una vida digna, segura y libre en su patria soberana e independiente».
El comunicado de la COMECE también destaca la importancia de ayudar al pueblo ucraniano a «reforzar su cohesión social y emprender el camino de la reconciliación a largo plazo, será igualmente importante que se defiendan y protejan los derechos de todas las comunidades, incluida la minoría rusoparlante».
Respecto al futuro del país, insiste en que «la comunidad internacional debe seguir ayudando a Ucrania en la reconstrucción de las infraestructuras destruidas. Rusia, el agresor, debe participar adecuadamente en este esfuerzo».
El grupo de obispos europeos termina su declaración confiando el futuro de Ucrania y de toda Europa en manos de Dios: «Mientras los cristianos se preparan para emprender el camino de la Cuaresma, tiempo de arrepentimiento y conversión que conduce a la Pascua, fiesta de la esperanza y de la vida nueva, seguimos confiando Ucrania y Europa a nuestro Señor Jesucristo, por intercesión de María, Reina de la Paz».