(LifeNews/InfoCatólica) En el marco del vigésimo Desayuno Nacional de Oración Católica, se compartió un emotivo testimonio sobre la defensa de la vida y la importancia de la fe en momentos de dificultad. En un discurso lleno de gratitud y convicción, se destacó el papel fundamental de Marie, una líder provida con décadas de entrega en la lucha por la dignidad humana.
Marie, quien ha servido en delegaciones de la Santa Sede en la ONU y fundó la organización Red Parlamentaria para Cuestiones Críticas, ha sido un testimonio viviente de compromiso y fortaleza. Su fe inquebrantable fue clave para superar un desafío de salud que, según sus médicos, fue una recuperación milagrosa. Se expresó un profundo agradecimiento por las oraciones perseverantes que la sostuvieron en ese momento crucial.
En el evento también estuvo presente su hija menor, Elyse, una abogada comprometida con la defensa de la vida junto con su esposo Julio. La familia espera la llegada de su tercer hijo en marzo, quien será su noveno nieto.
El evento sirvió como un recordatorio del llamado a la acción expresado por San Juan Pablo II en «Christifideles Laici»: «El trabajo que espera a todos en la viña del Señor es tan grande que no hay lugar para la ociosidad...». En este sentido, se resaltó la labor incansable de laicos y religiosos en la misión de la Iglesia, con la inspiración y guía de líderes como el obispo David O’Connell.
La defensa de la vida desde la concepción es una misión fundamental, tal como lo enseñó San Juan Pablo II: «No se cansen de proclamar con firmeza la defensa de la vida desde su concepción, y no se desanimen en el compromiso de defender la dignidad de cada ser humano con valiente determinación».
El testimonio también denunció la realidad del aborto, que desde 1973 ha cobrado la vida de más de 66 millones de niños solamente en los Estados Unidos. Se hizo un llamado urgente a exponer las brutales prácticas utilizadas en estos procedimientos, así como los riesgos asociados con el llamado «aborto con medicamentos», cuya seguridad ha sido cuestionada.
Desde la revocación de Roe v. Wade, se han implementado leyes en la mitad de los estados de EE. UU. para proteger la vida de los niños no nacidos, lo que ha resultado en el rescate de más de 200,000 vidas en dos años. Se destacó también la necesidad de eliminar el financiamiento de Planned Parenthood, organización que ha causado la muerte de más de diez millones de niños en sus clínicas.
Con amor y compasión, se exhortó a continuar apoyando a las mujeres en situación de embarazo vulnerable mediante centros de atención, cuya labor es respaldada por un 83% de los estadounidenses, según una encuesta de Marist. Sin embargo, estos centros han sido blanco de ataques por parte de ciertas organizaciones e intereses políticos.
Santa Madre Teresa nos dejó una advertencia profética: «Cualquier país que acepta el aborto no está enseñando a su pueblo a amar, sino a usar cualquier tipo de violencia para obtener lo que desean. Por eso, el mayor destructor del amor y la paz es el aborto».
El compromiso por la vida sigue adelante con renovada fuerza, recordando que cada oración, cada esfuerzo y cada acción en favor de la dignidad humana es un paso más hacia la construcción de una cultura de la vida.