(Granada Hoy/InfoCatólica) El proceso de conversión del convento de las Vistillas, ubicado en el barrio del Realejo de Granada, en un centro budista de la tradición Kadampa, está cada vez más cerca de hacerse realidad. El servicio de Licencias del área de Urbanismo del Ayuntamiento de Granada aprobó en enero la licencia de rehabilitación del edificio, lo que permitirá el inicio de las obras.
Esta información fue confirmada en la comisión municipal de Urbanismo celebrada este lunes en el Ayuntamiento, donde esta autorización se incluyó dentro del paquete de licencias concedidas durante el mes de enero. La reforma del antiguo convento se llevará a cabo en una sola fase con el objetivo de abrir el centro en 2026.
El edificio, que cerró en 2018 debido a la falta de monjas clarisas tras el fallecimiento de su abadesa, fue adquirido en 2023 por la Nueva Tradición Kadampa por un valor de 2,5 millones de euros. La decisión de transformar este espacio en un centro de meditación responde al deseo del fundador de la tradición Kadampa, Gueshe Kelsang Gyatso, quien pasó sus últimos años en Granada y expresó su interés en establecer un lugar adecuado para la comunidad budista de la ciudad.
Actualmente, la comunidad Kadampa cuenta con un centro en la calle Martínez de la Rosa, fundado en 2008, donde se imparten clases, meditaciones, conferencias y retiros urbanos. Con la rehabilitación del convento, todas estas actividades se trasladarán a un espacio más amplio y acondicionado.
Adaptación del convento
Según explicó Tania Sanz, directora del Centro de Meditación Kadampa de Alhaurín el Grande y presidenta de la Federación de Budismo Kadampa de España, el proyecto de transformación del convento de las Vistillas se llevará a cabo con respeto a la estructura original del edificio. La distribución interna del convento se ajusta bien a las necesidades del nuevo uso, por lo que las modificaciones serán mínimas y se centrarán en la renovación de instalaciones como acometidas, redes eléctricas y cableado.
El plan prevé que la capilla del convento se convierta en la principal sala de meditación, además de habilitar salas de reuniones, una cafetería y la apertura del jardín al público. Las habitaciones serán adaptadas para albergar a los miembros de la dirección administrativa y espiritual del centro.
«Lo que se hará es utilizar las estancias que ya existen con usos que necesita la comunidad, que también tiene sus necesidades para dormir, comer y meditar, como antes se hacía allí», explicó Sanz.
El proyecto de rehabilitación ha sido encargado al estudio granadino Guía Consulting, liderado por el arquitecto Luis Manuel Martín Ferrer, que también estuvo a cargo del diseño del templo budista de Alhaurín el Grande, el mayor de Europa.