(Agencias/InfoCatólica) Desde 2016, Cardia afirmaba recibir apariciones de la Virgen María, Jesucristo y Dios Padre en esta localidad situada al noroeste de Roma. Sus seguidores se congregaban regularmente en actos de oración pública, con la estatua de la Virgen como elemento central, la cual, en ocasiones, mostraba lo que Cardia describía como lágrimas milagrosas de sangre. La vidente siempre sostuvo ante sus fieles que este fenómeno era de origen divino.
La Iglesia prohibió el culto en 2024
El creciente culto en torno a Trevignano llevó a la Iglesia a intervenir. Tras una investigación, el obispo responsable decretó en marzo de 2024 la prohibición de cualquier tipo de celebración religiosa, tanto pública como privada, en el lugar de las supuestas apariciones. Esta medida incluyó la suspensión de misas, reuniones de oración y peregrinaciones, con el fin de evitar cualquier impresión de reconocimiento eclesiástico. Pocos días después, el Vaticano confirmó oficialmente que en Trevignano no se habían producido hechos sobrenaturales.
Paralelamente, la vidente ha sido objeto de investigaciones judiciales. Según informaciones de la prensa italiana, algunos peregrinos han denunciado a Cardia por presunto fraude y enriquecimiento ilícito, exigiendo la devolución de las donaciones entregadas. En el marco de estas pesquisas, se realizó un análisis de ADN a las lágrimas de sangre, confirmando que la sustancia biológica pertenece a la propia Cardia.