(InfoCatólica) El atropello ocurrió alrededor de las 10:30 horas en la calle Seidlstrasse, cerca del Stiglmaierplatz y a pocos metros del Bayerischer Hof, donde este fin de semana se celebrará la 61.ª Conferencia de Seguridad de Múnich. Según testigos presenciales, un vehículo Mini Cooper se acercó a la protesta por la parte trasera y aceleró, arrollando a los participantes. La policía, que se encontraba en la zona, abrió fuego para detener al conductor, quien fue arrestado en el acto. Según informes, el sospechoso había publicado previamente un mensaje de carácter islamista en redes sociales, lo que ha incrementado las sospechas de un ataque terrorista.
El presidente de Baviera, Markus Söder, ha dicho que cabe suponer que ha sido un atentado, mientras que el canciller alemán, Olaf Scholz, ha asegurado que «quien cometa crímenes en Alemania no solo será condenado con dureza e irá a la cárcel, sino que debe dar por sentado que no podrá prolongar su residencia en el país».
El suceso va a reavivar el debate sobre inmigración y derecho de asilo en Alemania, un tema central en la agenda política a pocos días de las elecciones legislativas.
Consternación de la Iglesia y apoyo a las víctimas
El cardenal Reinhard Marx, arzobispo de Múnich y Freising, ha expresado su profunda conmoción por el ataque: «Estoy en shock y consternado por este terrible suceso, en el que personas en un espacio público se han convertido en víctimas de una violencia arbitraria. Aún no conocemos con certeza los motivos del conductor. Mis pensamientos y oraciones están con las víctimas y sus familiares, y agradezco a los servicios de emergencia por su rápida actuación». La archidiócesis de Múnich y Freising ha puesto en marcha un teléfono de atención especial para las personas afectadas por el incidente.
También las principales confesiones cristianas del país han mostrado su rechazo al ataque. La presidenta del Consejo de la Iglesia Evangélica de Alemania, Kirsten Fehrs, y el presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, Georg Bätzing, han publicado un comunicado conjunto en el que afirman: «Este terrible crimen nos sacude profundamente. Nuestros pensamientos están con las víctimas y sus familias, así como con los servicios de emergencia y los equipos de asistencia espiritual. Elevamos nuestro lamento por el sufrimiento de los afectados y pedimos a Dios esperanza y consuelo».