(Fides/InfoCatólica) El 6 de febrero, el ejército de Myanmar llevó a cabo bombardeos aéreos que han dañado gravemente la iglesia católica del Sagrado Corazón de Jesús en Mindat, en el estado de Chin, al noroeste del país. Este templo había sido recientemente elegido como catedral de la diócesis de Mindat, erigida el 25 de enero por el papa Francisco a partir del territorio segregado de la diócesis de Hakha.
Según fuentes locales de la Agencia Fides, en los últimos meses Mindat ha sido escenario de enfrentamientos entre las Fuerzas de Defensa de Chin (Chinland Defence Force - CDF) y el ejército birmano. Las CDF, surgidas en oposición a la junta militar, lograron tomar el control del territorio y, en enero, declararon oficialmente la zona como «liberada». En varias regiones fronterizas, estas milicias se han aliado con grupos armados étnicos que llevan décadas luchando por mayor autonomía.
El bombardeo contra la catedral tuvo lugar el 6 de febrero, aunque la noticia ha trascendido ahora. Varias bombas impactaron en el edificio, dañando el tejado y las vidrieras, dejándolo inutilizable. No se registraron heridos, ya que sacerdotes y fieles habían abandonado la zona debido a la inseguridad y los combates.
En los últimos días, sacerdotes locales habían realizado inspecciones en la iglesia para planificar las próximas celebraciones litúrgicas, incluida la consagración del recién nombrado obispo, el padre Augustine Thang Zawm Hung, hasta ahora vicario parroquial del Sagrado Corazón en Mindat.
El ataque ha generado consternación entre los fieles, aunque la comunidad ha manifestado su determinación para reparar la iglesia. «Estamos muy tristes porque nuestra iglesia ha sido alcanzada por las bombas. Es una herida en nuestro corazón. Pero no nos dejaremos abatir. La reconstruiremos», ha afirmado el sacerdote local, P. Paulinus. «Estamos seguros de que el Señor nos 'bombardeará' con su gracia y su bendición: esto traerá paz y prosperidad a nuestro pueblo».
La diócesis de Mindat, ubicada en el sur del estado de Chin, cuenta con una población de aproximadamente 360.000 habitantes, de los cuales unos 15.000 son católicos, en una región mayoritariamente cristiana de otras confesiones. La diócesis tiene 23 parroquias, 48 sacerdotes diocesanos, tres religiosos, 21 religiosas, además de 40 seminaristas menores y siete mayores.
Mientras los fieles de Chin se enfrentan a estos momentos difíciles, en la archidócesis de Yangon se ha celebrado el 9 de febrero una peregrinación jubilar especial al santuario mariano de Nyaungbelin, en la región de Bago, con motivo de la fiesta de Nuestra Señora de Lourdes. Más de 3.000 personas han participado en la peregrinación, orando por la paz y encomendándose a la Virgen María. «Obispos, sacerdotes, religiosos y fieles católicos, junto a budistas, musulmanes e hindúes, han rezado a Nuestra Señora de Lourdes por la paz en Myanmar y en el mundo», señala un comunicado de la diócesis.