(InfoCatólica) El caos se desató cuando el grupo armado MS23 irrumpió en la cárcel y facilitó la huida de miles de prisioneros. En medio del desorden, los atacantes dirigieron su violencia contra la sección femenina del penal, donde decenas de reclusas fueron sometidas a brutales agresiones sexuales antes de que el edificio fuera incendiado con ellas aún dentro.
Los testimonios de los sobrevivientes describen escenas de terror absoluto, con gritos desgarradores y un fuego que consumió todo a su paso. Las fuerzas de seguridad, superadas en número, no lograron contener la masacre.
La situación en el este del Congo sigue deteriorándose a medida que grupos armados intensifican sus ataques contra la población civil. En medio de la crisis humanitaria, organizaciones internacionales han solicitado medidas urgentes para frenar la violencia y proteger a los más vulnerables. Como es habitual en casos así, la comunidad internacional no hace otra cosa que lamentar lo que está ocurriendo.