La propuesta de un capellán de la Complutense aprovechando el 50 aniversario de la muerte de Franco genera expectativas
Rectorado de la UCM

Carta del Capellán de Filosofía y Filología de la Complutense al Rectorado

La propuesta de un capellán de la Complutense aprovechando el 50 aniversario de la muerte de Franco genera expectativas

Además de aprovechar la conmemoración para fomentar el debate académico y reflexionar sobre la historia de España con rigor y sin sectarismos. Además, plantea priorizar la celebración del Jubileo del Nacimiento de Cristo como un evento cultural y espiritual de mayor relevancia, promoviendo un espíritu de concordia y verdad.

(InfoCatólica) A finales de 2024 se conoció la respuesta del capellán de las facultades de Filosofía y Filología de la Complutense, don Juan Carlos Guirao, al intento de restringir por parte de un decano la defensa de la libertad en el ámbito universitario y en la sociedad en general y las propuestas de cómo afrontar los retos actuales: wokismo, laicismo, multiculturalismo… Aquella misiva tuvo mucha repercusión en las redes sociales y en el ámbito académico.

El año 2025 comienza del mismo modo en la Universidad Complutense, la que más alumnos presenciales tiene matriculados en España. En una nueva carta dirigida al Rector de la universidad complutense con motivo de la conmemoración de los 50 años de «España en LIBERTAD» (el aprovechamiento del aniversario de la muerte de Francisco Franco) el capellán sugiere la organización de diversos eventos que permitan la integración de todas las dimensiones humanas en el ámbito universitario. Entre ellas destaca la creación de una comisión compuesta por personas de la universidad, de la sociedad civil y de la Iglesia para conmemorar el Jubileo del Nacimiento de Cristo (2025). «Todo lo español y grande es católico y mucho de lo grande y católico es español», afirma el P. Juan Carlos Guirao

Fuentes consultadas por este medio aseguran muchas personas del ámbito universitario verían con muy buenos ojos que se destinaran fondos de sus impuestos para sufragar los gastos «provocados» por la organización de dicha efeméride.

 

Madrid, 22 de enero 2025

Estimado Rector:

Para conmemorar el 50 aniversario de la muerte de Francisco Franco nos han anunciado bajo la denominación de «España en libertad» más de un centenar de actividades culturales y eventos de diversa índole. Más de cien actos a lo largo de este año 2025 equivalen a un promedio de más de dos semanales con los que, según nos han informado, «inundarán nuestras calles, escuelas, universidades y museos».

La celebración de esta efeméride es un momento muy oportuno para que la institución universitaria, la Academia, sirva a las nuevas y futuras generaciones como estas necesitan ser servidas.

Un buen modo de hacerlo podría ser, a mi juicio: organizar actos académicos, universitarios, culturales, de índole institucional, para profundizar en una sana teoría del Estado. Para ello resulta indispensable una recta concepción antropológica. En el centro de toda actividad política, cultural, administrativa, económica, etc., debe estar la persona portadora de una dignidad trascendente.

Para que haya un verdadero Estado de derecho y no una «democracia» meramente formal resulta indispensable, también, la independencia del poder judicial y la libertad de prensa para que las mentiras, bulos, falsificaciones, corrupciones personales o institucionales puedan ser denunciadas ante tribunales independientes. Y en la misma línea de lo señalado anteriormente es esencial una clase política dirigente que procure el bien común, no sólo el interés general y que nunca actúe por intereses particulares o por motivos ideológicos usurpando el poder del Estado.

La conmemoración de los 50 años de la muerte de Franco es también una ocasión extraordinaria para analizar con rigor las verdaderas causas que provocaron la guerra civil, así como su evolución en las casi cuatro décadas que duró el régimen de Franco, evitando en todo momento cualquier atisbo de sectarismo ideológico.

La situación de España en los años previos al estallido de la guerra civil podría ser comparable a la de países comunistas de la actualidad como Venezuela, Cuba, etc., donde la carestía de alimentos, medicinas y del resto de productos más básicos es inhumana, salvo para los que usurpan el poder.

En este sentido me parece muy importante que la Universidad Complutense de Madrid, la más «grande» de España entre las universidades presenciales, en los actos que puedan organizarse no sean excluidas las tesis sostenidas por prestigiosos historiadores que -fruto de investigaciones rigurosas basadas en datos, y no en apriorismos ideológicos partidistas- sostienen que las causas que provocaron la guerra civil radican en la propia deriva totalitaria comunista de la II República, que se intensificó de un modo radical a partir de las elecciones fraudulentas –a juicio de investigadores-, de febrero del año 1936, todo ello precedido por la insurrección de Asturias del año 1934 y acompañado desde sus inicios, a comienzos de la década de los 30, por una persecución religiosa que tuvo todas las características de un genocidio, que precedió y propició lo que sucedió después, con algaradas, proclamas revolucionarias, asesinatos, quiebra de la legalidad, etc., En palabras del historiador Stanley G. Payne en su obra «El colapso de la República» para media España era más peligroso no sublevarse que sublevarse.

Con el rigor histórico y espíritu de concordia que deberían presidir los más de cien actos conmemorativos, resulta muy importante dar voz a intelectuales, filósofos, juristas, y profundizar en las diferencias que existen entre los diversos regímenes políticos: dictaduras, regímenes autoritarios, auténticos Estados de Derecho y «democracias» meramente formales, en el fondo corrompidas, que proliferan en nuestros días porque, como desde su experiencia personal definió perfectamente el Papa polaco: «una democracia sin valores se convierte en un totalitarismo encubierto».

Prestigiosos historiadores, hombres de la cultura, describen el régimen de Franco como un régimen autoritario en el que no se pueden confundir la década de los 40 con la de los 60 o la de los 70. Estoy pensando, entre otros muchos, en intelectuales tan prestigiosos como el escritor y Premio Nobel de literatura Aleksandr Solzhenitsyn, que en los años setenta fue uno de los críticos más incisivos con el comunismo soviético, estableciendo diferencias abismales entre ambas dictaduras en unas famosas declaraciones.

En el mismo sentido lo ha hecho recientemente, entre otros, el prestigioso académico e historiador recientemente fallecido Luis Suárez, Julián Marías y muchos profesores de prestigiosas universidades públicas, de Valladolid, Alcalá de Henares, Rey Juan Carlos o privadas, como CEU San Pablo, universidad de Navarra, etc. Es evidente que la situación económica de España en la década de los 70 era de una notable prosperidad. España se convirtió en la novena potencia industrial del mundo según los índices internacionales y logró un reconocimiento internacional.

Son muchos los españoles con familiares fallecidos en ambos bandos; esta consideración, junto con el rigor histórico, debería ser el espíritu que presida dichos actos conmemorativos. ¡Y ojalá la UCM sea pionera en este espíritu!

La celebración de estos 50 años es también una ocasión para recordar a las víctimas, muy olvidadas, de los enfrentamientos que se produjeron dentro del Frente Popular, tanto en mayo de 1937 en Barcelona, como en marzo de 1939 en Madrid. «Si un reino está dividido contra sí mismo no puede subsistir» Mc. 3, 24.

Este año 2025 celebramos el 20 aniversario del «dies natalis» de S. Juan Pablo II, el único Papa que ha visitado la Universidad Complutense desde su fundación por el cardenal Cisneros. Si por algo se caracterizó fue por la defensa a ultranza de los derechos fundamentales y la condena sin paliativos de cualquier dictadura, también de la comunista que él mismo padeció hasta límites inimaginables. Los discursos que enarbolan lo público identificándolo con lo gubernamental, y demonizan cualquier iniciativa social, libertad de empresa, etc., acaban siendo al final enormemente perjudiciales para el conjunto de la ciudadanía, salvo para unos pocos que acaban apropiándose y privatizando «lo público».

Se trata de una ideología que por su debilidad antropológica siempre fracasa.

Infinitamente más importante que todas las conmemoraciones anteriores es la celebración del Jubileo del Nacimiento de Cristo (2025) una auténtica revolución que ha marcado el curso de la Humanidad. Fueron sus discípulos los que en la Edad Media crearon las universidades y en particular la UCM fundada por el Cardenal Cisneros.

Sería una ocasión extraordinaria para que desde la Universidad se organizaran actividades conmemorativas de este gran Acontecimiento. Estoy seguro que contaría con la ayuda de eximios dignatarios del ámbito eclesial, así como mujeres y hombres de ciencia vinculados también a universidades privadas, públicas, de la Iglesia, instituciones de la sociedad civil, etc.

También sería muy deseable que nuestras facultades, museos, edificios de la universidad, se inundaran de este espíritu y de sus manifestaciones en todos los ámbitos de la cultura en donde dicho Acontecimiento ha dejado una huella imborrable: en la pintura, en la literatura, en la escultura, en la arquitectura, en la música, en el campo de la filosofía, de la filología, en la economía, en la medicina, en el vastísimo campo de las ciencias experimentales, en la Teología, etc. Cada día estoy más convencido de que todo lo español y grande es católico y bastante de lo católico, y grande, es español. Gracias a la existencia bimilenaria de la Iglesia Católica, Jesucristo es contemporáneo nuestro.

Esta conmemoración del 2025 será también una ocasión extraordinaria para profundizar en el genuino sentido de la Libertad que no hay que confundir con el libertinaje burdo y zafio que no distingue la verdad de la mentira, ni el bien del mal. Sería el mejor modo para que este año 2025, y los años sucesivos, sean de concordia y de paz en que se garanticen los derechos y libertades de todos y que los medios de comunicación, los jueces, siempre puedan hacer su trabajo con todas las garantías de independencia. De este modo nadie será instrumentalizado.

Tener presente estas sugerencias y consideraciones desde la universidad serviría para evitar que se azucen odios, rencores y enemistades que nos retrotraerían a la década de los 30. Un régimen de inspiración masónica y anticatólico. Todo ello estaría instigado por los que más responsabilidad tienen en procurar el bien común y con el silencio «prudencial» de todas aquellas personas e instituciones que tienen más obligación de velar por la paz, la concordia y el futuro de las futuras generaciones.

Estimado Rector, necesitamos que en nuestra universidad (yo también formo parte de ella) estas tesis sean debatidas entre expertos sin excluir a nadie del debate. En la actualidad hay mucha crispación y poco debate académico. Se sustituye el rigor intelectual por el insulto y la descalificación de «fascista» al que disiente del pensamiento políticamente correcto. Es tarea de todos crear las condiciones metodológicas adecuadas para una renovada comprensión de cuanto se ha dicho sobre estos temas sin sectarismos, ni equidistancias, ni apriorismos ideológicos.

En definitiva, es una ocasión extraordinaria para que resplandezca la Verdad y ésta no sea reemplazada, en definitiva sofocada, por el relato consecuencia de la propaganda y de la manipulación ideológica. En este punto no está de más recordar la clara advertencia del relator de Naciones Unidas: «no hay concordia posible cuando hay olvido deliberado y falseamiento de la historia. La clave es el miedo: mejor dicho, ¡la superación del miedo!

¿Se imagina usted que la décima parte del presupuesto que se dedica a estos fastos –también la universidad-, los dedicara a la conmemoración de este Jubileo (2025)?

¡Cuántos problemas se resolverían…! ¡Cambiaría la faz de la tierra! «La Verdad os hará libres» Jn 8, 32.

P. Juan Carlos Guirao Gomariz
Capellán de Filología-Filosofía UCM

 

1 comentario

madre
Muchas gracias, P. Juan Carlos Guirao Gomariz.
Quien la verdad dice, a Dios alaba.
¡Gloria a Dios!
5/02/25 12:35 PM

Dejar un comentario



Los comentarios están limitados a 1.500 caracteres. Faltan caracteres.

No se aceptan los comentarios ajenos al tema, sin sentido, repetidos o que contengan publicidad o spam. Tampoco comentarios insultantes, blasfemos o que inciten a la violencia, discriminación o a cualesquiera otros actos contrarios a la legislación española, así como aquéllos que contengan ataques o insultos a los otros comentaristas, a los bloggers o al Director.

Los comentarios no reflejan la opinión de InfoCatólica, sino la de los comentaristas. InfoCatólica se reserva el derecho a eliminar los comentarios que considere que no se ajusten a estas normas.

Los comentarios aparecerán tras una validación manual previa, lo que puede demorar su aparición.