Francisco: «Es triste que muchos fieles desconozcan el proceso de nulidad matrimonial»
El Papa Francisco con Mons. Alejandro Arellano Cedillo, Decano del Tribunal de la Rota Romana (Vatican media)

No se trata de facilitar las nulidades sino de agilizar su tramitación

Francisco: «Es triste que muchos fieles desconozcan el proceso de nulidad matrimonial»

En la inauguración del 96º Año Judicial del Tribunal de la Rota Romana, el Santo Padre subraya la importancia de la conversión pastoral en la administración de la justicia eclesial y la necesidad de mayor difusión y accesibilidad de los procesos de nulidad.

(InfoCatólica) El Papa Francisco presidió esta mañana la inauguración del 96º Año Judicial del Tribunal de la Rota Romana con un discurso en el que reflexionó sobre los avances y desafíos en la aplicación de la reforma del proceso de nulidad matrimonial. El Pontífice lamentó que muchos fieles ignoren la existencia de este recurso canónico y subrayó la urgencia de reforzar su conocimiento y accesibilidad.

En su intervención ante los jueces y oficiales del tribunal apostólico reunidos en la Sala Clementina del Palacio Apostólico, el Santo Padre recordó que en 2025 se cumplen diez años de la promulgación de los Motu Proprio Mitis Iudex Dominus Iesus y Mitis et Misericors Iesus, documentos con los que reformó el proceso de nulidad matrimonial con el objetivo de hacerlo más ágil y cercano a las necesidades de los fieles.

«La necesidad de cambiar las normas relativas al proceso de nulidad había sido expresada por los Padres sinodales reunidos en la Asamblea extraordinaria de 2014, formulando la petición de hacer los procesos más accesibles y ágiles», señaló el Pontífice. Asimismo, insistió en que esta reforma debía insertarse en una conversión pastoral más amplia, orientada a facilitar el acceso de los fieles a los medios de gracia y reconciliación que ofrece la Iglesia.

El papel central del obispo y la gratuidad de los procesos

El Papa Francisco reiteró que el obispo diocesano tiene un papel fundamental en la administración de la justicia en la Iglesia, tanto en su labor de supervisión como en su función de juez en los casos de nulidad manifiesta mediante el processus brevior. En este sentido, instó a que la actividad de los tribunales eclesiásticos se incorpore plenamente a la pastoral diocesana y que se garantice que los fieles conozcan la posibilidad de acudir a estos procedimientos cuando enfrentan situaciones matrimoniales difíciles.

«Es triste a veces saber que los fieles desconocen la existencia de esta vía», afirmó el Pontífice, subrayando la necesidad de una mayor difusión de esta realidad en las comunidades cristianas. Además, recordó la importancia de garantizar la gratuidad de los procesos, de manera que la Iglesia refleje el amor gratuito de Cristo y no se convierta en una barrera económica para quienes buscan esclarecer su situación matrimonial.

Justicia y misericordia en el discernimiento matrimonial

El Santo Padre destacó la relevancia de la formación de los responsables de los tribunales eclesiásticos, asegurando que tanto clérigos como laicos deben estar preparados científica, humana y espiritualmente para realizar su labor con justicia y diligencia. Subrayó que el objetivo de los procesos no es fomentar un espíritu contencioso, sino prestar un servicio a la verdad y a la salvación de las almas.

«Nos sentimos interpelados por el dolor y la esperanza de tantos fieles que buscan claridad sobre la verdad de su condición personal y, en consecuencia, sobre la posibilidad de participar plenamente en la vida sacramental», afirmó. En este contexto, recordó que la reciente reforma del proceso de nulidad matrimonial no pretendía facilitar las declaraciones de nulidad, sino acelerar los procedimientos y simplificarlos, evitando así que los fieles permanezcan largo tiempo en la incertidumbre.

Francisco también evocó las palabras de San Pablo VI y Benedicto XVI sobre la necesidad de que los procesos matrimoniales sean ágiles sin menoscabar la verdad y la justicia. En este sentido, reiteró su decisión de eliminar el requisito del doble juicio conforme y fomentar decisiones más rápidas en casos donde la nulidad es evidente, siempre con la prudencia y responsabilidad necesarias.

La indisolubilidad del matrimonio y la misión de la Iglesia

En su discurso, el Papa reafirmó la enseñanza de la Iglesia sobre la indisolubilidad del matrimonio, recordando que este vínculo no es una meta a alcanzar por esfuerzo humano, sino un don de Dios que sostiene la fidelidad de los esposos. Al mismo tiempo, señaló que el discernimiento sobre la validez matrimonial es un servicio esencial para la salvación de las almas y una contribución a la cultura de la indisolubilidad en la sociedad.

«Todo juicio justo sobre la validez o la nulidad de un matrimonio es una contribución a la cultura de la indisolubilidad, tanto en la Iglesia como en el mundo», afirmó citando a San Juan Pablo II.

El Santo Padre concluyó su mensaje alentando a los jueces y demás miembros del Tribunal de la Rota Romana a continuar su labor con prudencia, justicia y caridad. En el contexto del Jubileo de la Esperanza, les animó a ser instrumentos de paz y reconciliación, y les impartió su bendición, pidiéndoles que recen por él y por su ministerio.

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