(SwissCath/InfoCatólica) El Tribunal Federal suizo anunció hace días su fallo en el caso de la escuela secundaria femenina St. Katharina, ubicada en la ciudad de Wil, en el cantón de St. Gallen. La sentencia establece que el acuerdo por el cual la administración municipal financiaba la escolarización de alumnas en este centro privado de inspiración católica es inconstitucional, al considerar que supone un incumplimiento del principio de neutralidad religiosa y una discriminación por razón de género.
El tribunal sostiene que, aunque la escuela St. Katharina es una institución privada, el hecho de que reciba fondos públicos la convierte en un centro con un vínculo estatal, por lo que su modelo educativo no puede apartarse de las normas que rigen la educación pública en Suiza. En este sentido, el fallo recalca que la enseñanza segregada por sexos solo se permite en circunstancias excepcionales y que el modelo de St. Katharina no justifica una excepción.
Esta sentencia sienta un precedente relevante que podría afectar a otras escuelas privadas con orientación religiosa en Suiza, especialmente aquellas que reciben algún tipo de financiación estatal.
Más de dos siglos de historia en peligro
La escuela St. Katharina tiene una historia que se remonta a 1808, cuando fue fundada en plena crisis tras la Revolución Francesa. Su modelo educativo ha evolucionado a lo largo del tiempo, pero siempre manteniendo su identidad cristiana y su enfoque en la formación de jóvenes con un alto nivel académico y valores basados en la tradición católica.
En la actualidad, St. Katharina sigue el currículo oficial del cantón de St. Gallen, lo que le permite formar parte del sistema educativo suizo. A pesar de su orientación católica, la escuela está abierta a alumnas de todas las confesiones y el número de solicitudes suele superar ampliamente su capacidad de admisión.
Hasta ahora, la ciudad de Wil cubría una parte del coste de la escolarización de las alumnas residentes en el municipio, abonando aproximadamente 20.000 francos suizos anuales por cada estudiante. Sin embargo, tras la decisión del Tribunal Federal, esta financiación pública dejará de existir, lo que pone en peligro la viabilidad del centro.
Tribunal pro islamista y anticatólico
El fallo del Tribunal Federal ha generado un intenso debate en Suiza. Mientras que sus defensores lo consideran un paso necesario para garantizar la neutralidad del Estado en asuntos religiosos y la igualdad de oportunidades en la educación, sus detractores lo ven como un ataque a la libertad de enseñanza y a la autonomía de los cantones en materia educativa.
Uno de los aspectos más discutidos es la aparente contradicción en la aplicación del principio de neutralidad. En 2015, el mismo Tribunal Federal falló en contra de la prohibición del uso del velo islámico en un colegio público del cantón de St. Gallen, argumentando que la restricción vulneraba la libertad religiosa. Ahora, en el caso de la escuela St. Katharina, ha aplicado una interpretación más estricta del mismo principio para justificar la retirada de financiación pública.
Este doble rasero ha sido criticado por numerosos sectores políticos y sociales, que ven en la decisión del tribunal una aplicación parcial e ideológica de la neutralidad estatal. La sentencia, obviamente, refleja un sesgo en contra de las instituciones cristianas, aunque hay quien dice que se trata de una evolución natural hacia un sistema educativo más secularizado.
El caso de los crucifijos
El debate sobre la neutralidad religiosa en la educación no es nuevo en Suiza. En 1990, el Tribunal Federal emitió un fallo similar en el llamado «caso del crucifijo», en el que prohibió la colocación de crucifijos en las aulas de una escuela pública en el cantón de Tesino. El argumento en aquel entonces fue que la presencia de símbolos religiosos en espacios educativos estatales vulneraba la libertad de conciencia de los alumnos.
Sin embargo, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos dictaminó en marzo del 2011 que la presencia de crucifijos en las aulas no contravenía la libertad religiosa ni la neutralidad estatal, ya que su simple exhibición no imponía una creencia específica a los alumnos. El fallo era sobre una demanda en Italia pero dejó sin efecto la sentencia del Tribunal Federal suizo en la práctica, aunque no modificó su jurisprudencia interna.
Con el caso de St. Katharina, cabe preguntarse si un recurso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos podría revertir la decisión suiza, tal como ocurrió con el caso de los crucifijos en Italia.
Próximos pasos: recurso ante instancias internacionales
La Fundación Escuela St. Katharina ha anunciado su intención de recurrir la sentencia ante instancias internacionales, especialmente ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Sus abogados argumentan que la decisión del Tribunal Federal suizo vulnera el derecho a la educación, la libertad de enseñanza y la autonomía de los cantones.
Además, la comunidad educativa del centro y numerosos padres han manifestado su indignación ante la decisión, alegando que la escuela no impone creencias religiosas a sus alumnas y que su modelo educativo responde a una demanda real de las familias.
El caso también ha cobrado un fuerte componente político. La izquierda se ha mostrado a favor de la sentencia y la derecha en contra.
Futuro incierto para St. Katharina
La decisión del Tribunal Federal deja en una situación crítica a la escuela St. Katharina, que deberá replantear su modelo de financiación para poder continuar con su labor educativa. Si no se encuentra una solución alternativa, la histórica institución corre el riesgo de desaparecer tras más de dos siglos de existencia.
