(Kath/InfoCatólica) La ciudad eterna esperaba atraer a 32 millones de visitantes este año, un incremento del 50% respecto a 2024, tras la apertura del Jubileo por el papa Francisco la pasada Nochebuena. Sin embargo, datos de la asociación hotelera Federalberghi confirman que, hasta ahora, no hay signos de un boom turístico ni en lo que llevamos de año ni en las próximas semanas.
Alojamiento a precios bajos y meses complicados
Miles de alojamientos ofrecidos a través de Airbnb permanecen vacíos, y la situación no mejora de cara a los meses de marzo y abril. Algunos propietarios han comenzado a rebajar sus precios drásticamente: un apartamento cerca del Vaticano, completamente equipado, puede reservarse por 62 euros la noche, en lugar de los habituales 130. En plataformas como Booking también abundan los descuentos en los más de 18.000 alojamientos disponibles en Roma, que incluyen hoteles, casas de vacaciones, B&Bs y albergues.
Enero y febrero han sido considerados «meses negros» por Dario Pileri, presidente de la asociación de arrendadores ProLocaTur. A pesar de ello, mantiene cierto optimismo: «Los días de las grandes celebraciones del Jubileo llegarán, junto con los visitantes». No obstante, advierte que depender exclusivamente del Año Santo como estrategia turística ha sido un enfoque «arriesgado».
Problemas adicionales para el verano
A los actuales problemas de baja ocupación se suma una posible dificultad para el verano. La aerolínea de bajo coste Ryanair ha anunciado que retirará uno de sus aviones estacionados en el aeropuerto de Fiumicino y reducirá sus vuelos desde Ciampino debido al aumento de los costes aeroportuarios, lo que podría limitar aún más la llegada de turistas a Roma.
Optimismo por el futuro
A pesar de la situación actual, Alessandro Onorato, encargado del turismo en Roma, confía en que las inversiones realizadas por el gobierno local liderado por Roberto Gualtieri en infraestructuras y promoción del Jubileo reportarán un «enorme beneficio de imagen» para la ciudad eterna en el futuro.