(ACIPrensa/InfoCatólica) El Dicasterio para las Iglesias Orientales ha preparado una guía pastoral para el Jubileo de las Iglesias Orientales de 2025, que se celebrará del 12 al 14 de mayo, con el objetivo de dar a conocer la riqueza de las tradiciones cristianas del mundo oriental.
Según el cardenal Claudio Gugerotti, prefecto del Dicasterio para las Iglesias Orientales, este es un instrumento diseñado para «integrar una nueva dimensión a la experiencia romana de peregrinación» y adaptarla a la identidad de las Iglesias Orientales «de acuerdo con la espiritualidad de cada una».
En una entrevista con Vatican News, el cardenal explicó que este documento está dirigido a las Iglesias Orientales, «indicándoles que hay riquezas específicas en sus tradiciones que el jubileo puede resaltar claramente… sobre todo, en este momento de graves dificultades para todas las Iglesias Orientales —Oriente Medio, Ucrania, Egipto, Etiopía, Eritrea—».
La guía —que puede encontrarse en el sitio web del dicasterio— también incluye una parte de la historia de Roma durante el periodo del Imperio Romano de Oriente, que culminó con la caída de Constantinopla y la conquista del resto de los territorios bizantinos por parte de los turcos otomanos en el siglo XV.
De esta sección del documento se desprende que la Iglesia de Roma «ha estado profundamente habitada por comunidades orientales que durante mucho tiempo conservaron su propia especificidad». En particular, Gugerotti ofreció datos interesantes, como el hecho de que hubo «11 papas griegos y casi una docena de siríacos», lo que demuestra que «no fue una presencia marginal».
«Roma, “caput mundi” (la capital del mundo), también fue una ciudad en la que los orientales se identificaban como integrados en su estructura y no simplemente como pequeñas comunidades migrantes», explicó.
La guía pastoral también contiene directrices específicas para que las Iglesias Orientales vivan este tiempo de gracia «con conciencia y valentía, y así sean testigos creíbles de esperanza», afirmó Gugerotti.
Además, subrayó que el documento es útil para que los occidentales «comprendan que existen formas muy antiguas de expresión del cristianismo, desde la época de Cristo mismo… que constituyen la unidad en la diversidad de la identidad cristiana».
En este sentido, destacó que el cristianismo no es una realidad «monolítica».
«Esto también lo vimos en el reciente sínodo [de obispos], una realidad plural en la que quizá no siempre nos entendemos, no por mala voluntad, sino debido a raíces diferentes. Estar juntos, intercambiando las peculiaridades de cada uno, fue uno de los grandes descubrimientos del sínodo», señaló.
En su opinión, el patrimonio artístico y cultural de las Iglesias Orientales no es suficientemente conocido.
«Hace décadas, un documento de la entonces Congregación para la Educación Católica prescribía que todos los seminarios latinos debían enseñar sobre las Iglesias Orientales. Pero probablemente es uno de los documentos más ignorados de los muchos que ha producido la Santa Sede», comentó.
Para suplir esta falta de conocimiento, la nueva guía pastoral propone itinerarios de peregrinación para comprender mejor las huellas de la presencia oriental en Roma.
En este sentido, se incluye una lista de los lugares sagrados orientales más significativos, como la iglesia de Santa María en Cosmedin, administrada por la Iglesia greco-melquita, donde la liturgia se celebra en griego y algunas pequeñas partes en árabe.
Gugerotti destacó que, aunque poco conocidos, existen «numerosos colegios a los que asisten seminaristas orientales: rumanos, ucranianos, bizantinos en general, griegos, armenios, siro-malabares y siro-malankares, [y] maronitas».
Por otro lado, explicó que hace algunos años se creó un colegio especial para las religiosas orientales que estudian en Roma. «Después, varios lugares de culto fueron confiados o construidos para los católicos orientales e incluso para los ortodoxos orientales», concluyó.
