(CNAd/InfoCatólica) Alemania se encuentra en pleno debate sobre la legalización del aborto. Un nuevo proyecto de ley propone que las interrupciones voluntarias del embarazo sean legales hasta la semana doce de gestación, eliminando el artículo 218 del Código Penal, que actualmente establece que el aborto es punible salvo en ciertos casos específicos. Además, el proyecto plantea que las aseguradoras de salud asuman los costes de las intervenciones.
Sin embargo, las estrictas reglas procedimentales del Bundestag han frenado el avance del proyecto. La audiencia pública en el Comité de Asuntos Jurídicos está programada para el 10 de febrero, apenas un día antes del último pleno parlamentario. Esto hace prácticamente inviable que se cumplan los plazos para debatir y votar el texto, salvo que se convoque una sesión extraordinaria, como informó el medio Corrigenda.
Argumentos en torno al procedimiento
Carsten Müller, representante de la CDU/CSU en el comité, defendió que el retraso permite un análisis más profundo del tema. «No queremos resolver apresuradamente un asunto tan central, que afecta a cuestiones de vida o muerte. Es necesario un tratamiento riguroso y una preparación adecuada», declaró al medio Corrigenda.
Por el contrario, Clara Bünger, portavoz de la Izquierda, confía en que aún hay posibilidades. «O la audiencia se adelanta a finales de enero o se podría convocar una sesión adicional en la semana del 10 de febrero», señaló. Canan Bayram, representante de Los Verdes, también apoya esta última opción, indicando que luchará para que se produzca.
La postura de la Iglesia Católica
En este contexto, la Iglesia Católica ha reiterado su rechazo categórico a la legalización del aborto. Según el Catecismo de la Iglesia Católica (n.º 2270): «La vida humana debe ser respetada y protegida de manera absoluta desde el momento de la concepción. Desde el primer instante de su existencia, al ser humano se le deben reconocer los derechos de la persona, incluido el derecho inviolable a la vida».
La doctrina católica subraya que la vida es un don de Dios y que ninguna autoridad terrenal tiene derecho a decidir sobre la existencia de un ser humano no nacido. Esta visión refuerza su posición de defensa de la vida frente a cualquier intento de modificación legal.
Perspectivas futuras
Aunque el calendario parlamentario parece dificultar la aprobación del proyecto de ley antes de las elecciones, el debate está lejos de cerrarse. La audiencia pública prevista para el 10 de febrero podría aportar elementos clave para las decisiones futuras.
