(NCRegister/InfoCatólica) El tema de la Marcha por la Vida 2025 es «Vida: Por qué marchamos», una elección que refleja la realidad de que el movimiento nacional pro-vida sigue en un estado de cambio, debido a la decisión Dobbs de la Corte Suprema de los EE. UU. de 2022, que anuló el fallo Roe v. Wade.
La marcha del 24 de enero se llevará a cabo en el National Mall de Washington en un momento de gran transición política, solo cuatro días después de que Donald Trump —quien nombró a tres de los jueces de la Corte Suprema que votaron para anular Roe— regrese formalmente a la presidencia para su segundo mandato.
Pero también es un momento de transición para la Marcha por la Vida en sí: el 1 de febrero, la actual presidenta de la Marcha por la Vida, Jeanne Mancini, será sucedida por Jennie Bradley Lichter, una abogada que hasta noviembre se desempeñó como abogada general adjunta en la Universidad Católica de América.
La marcha de este año será la 52ª desde que el evento se inició a raíz de la decisión Roe v. Wade de la Corte Suprema de 1973, que consideró el acceso al aborto como un derecho constitucional federal. La surfista profesional Bethany Hamilton será la oradora principal del evento, y la banda de pop-alternativo cristiano Unspoken actuará en el mitin previo a la marcha.
Cuando se presentó el tema de la marcha de 2025 en octubre, los organizadores dijeron que la intención era enfatizar los mensajes fundamentales del movimiento pro-vida de aliento, alegría y que toda vida importa, según informó CNA.
Hablando junto a Lichter en una entrevista con EWTN News en noviembre, después de que se anunciara el nombramiento de Lichter, Mancini explicó que el tema de este año se eligió para brindar renovada esperanza a los defensores de la vida que se han sentido desanimados por una serie de derrotas pro-vida a nivel estatal, después de que Dobbs anulara el marco constitucional de Roe y devolviera la autoridad legal sobre el aborto a los estados individuales. «Y quizás no sea sorprendente que la gente esté desanimada ahora», dijo. «Esa es nuestra sensación, al menos, de que hemos tenido esta gran victoria con la anulación de Roe, pero hemos perdido en algunos de estos referendos estatales».
Sin embargo, según Mancini, estos reveses deben entenderse como obstáculos temporales, no como bloqueos permanentes, mientras los defensores de la vida trabajan para reconstruir una cultura nacional auténticamente pro-vida en la que el aborto se vea como inaceptable en cualquier circunstancia.
Marchante veterana
Lichter destacó en la entrevista con EWTN que, para ella, el tema de este año es muy personal, «porque he sido marchante desde 2001».
«He asistido a muchas Marchas por la Vida en los últimos años. Así que tengo una historia sobre por qué marcho y por qué marché como estudiante universitaria y joven profesional, con mi esposo cuando éramos recién casados, con mis hijos más recientemente. Y estoy emocionada de seguir contando esa historia y escuchar las historias de cada marchante, porque, como dijo Jeannie, cada marchante tiene una historia como la mía».
El involucramiento de Lichter con el evento durante sus años de estudiante es un punto de continuidad con las prioridades de su predecesora, quien se convirtió en la segunda presidenta de la Marcha por la Vida tras la muerte de su presidenta fundadora, Nellie Gray, en 2012. En sus primeros meses como presidenta, Mancini destacó la importancia de aumentar la participación de los jóvenes, considerándolo esencial para lograr el objetivo final de terminar con el aborto legal.
Credenciales legales
Otro punto de continuidad entre las dos mujeres es que ambas sirvieron en roles de formulación de políticas durante los mandatos presidenciales republicanos.
Pero, al igual que Gray y a diferencia de Mancini, Lichter es abogada. Entre sus credenciales legales se incluyen cargos como abogada interna en la Arquidiócesis de Washington y en la Oficina de Políticas del Departamento de Justicia de los EE. UU., donde sus responsabilidades incluían trabajar en los esfuerzos de confirmación judicial federal. Y, durante su más reciente periodo como abogada general adjunta de la CUA, fundó y dirigió el Proyecto Guadalupe de la universidad, una iniciativa en todo el campus que apoya a estudiantes, personal y profesores embarazados o con hijos. Lichter dijo a EWTN que «realmente lo más trágico del discurso pro-aborto es el mensaje a las mujeres jóvenes de que la maternidad te frena y que está en desacuerdo con el florecimiento y la realización personal y profesional, y que tal vez tener dos o tres hijos está bien, pero si tienes más, tu vida se va a desmoronar».
«Y espero que mi propia experiencia como madre, a medida que asumo este rol más visible, pueda ser un contraejemplo vivido de eso, un testimonio en contra», agregó. «Tengo tres hijos, de 10 años o menos, y ellos son parte de mi florecimiento y realización. Ciertamente no están en desacuerdo con ello en absoluto».
Los desafíos por venir
Dado que Dobbs devolvió la ley sobre el aborto a la autoridad de los estados individuales, y que el presidente electo Trump ha comunicado que no apoyará nuevos límites federales al aborto, a corto plazo la Marcha por la Vida tendrá que seguir abordando la complejidad de los variados contextos legislativos y judiciales de los estados, que van desde prohibiciones del aborto en algunos estados hasta un acceso casi ilimitado al aborto hasta el nacimiento en otros.
Mancini señaló que tres años antes de Dobbs, su organización inició su «Programa de Marchas Estatales» con el objetivo de movilizar la defensa pro-vida de la Marcha por la Vida a ese nivel jurisdiccional. La iniciativa ha echado raíces en 17 estados, y bajo la dirección de Lichter, Mancini predijo que pronto estará presente en los 50 estados. Al mismo tiempo, enfatizó: «Necesitamos seguir movilizándonos a nivel nacional, tanto porque queremos aprobar buena legislación a nivel federal, como porque la marcha es más que solo aprobar legislación. Se ha dicho famosamente que la cultura está por encima de la política, y queremos cambiar la cultura. Queremos marchar hasta que el aborto sea impensable».
Lichter mencionó el problema de las píldoras abortivas, que ahora son el principal medio para obtener un aborto en los EE. UU. y que pueden ser adquiridas por correo incluso en estados donde el aborto está prohibido.
Un punto clave de la defensa pro-vida en este sentido, según la presidenta entrante de la Marcha por la Vida, es resaltar los graves problemas de salud que pueden surgir para las mujeres embarazadas que acceden a estos medicamentos que terminan con la vida y los toman en casa sin supervisión médica directa.
Una oportunidad emocionante
Mancini elogió el rango de habilidades de su sucesora, considerando que es única para los desafíos que se presentan. «El conjunto de habilidades fenomenales que tiene, su brillantez, su maternidad, tantas cosas maravillosas sobre ella, creo que son realmente lo que la organización necesita ahora», dijo.
Lichter expresó a EWTN que estaba «muy emocionada» de haber recibido esta oportunidad de servir al movimiento pro-vida.
«He asistido a la Marcha por la Vida durante tantos años, y es algo tan especial para mí», dijo. «Y he admirado primero a Nellie Gray, cuando comencé a asistir a la marcha; y luego a Jeannie, durante tantos años, la he observado y admirado por su liderazgo en la marcha, en el evento en sí y en los medios, y todas las formas en que ha liderado en el movimiento pro-vida».
«Así que, sinceramente, estoy asombrada de que esta llamada haya llegado a mí», agregó Lichter.
«Y estoy tan agradecida con Jeannie, por confiar en mí y pedirme que considerara esto, y con el Señor, por abrir mi corazón a decir ‘Sí’ a ello. Estoy tan emocionada y honrada por esta oportunidad. Realmente no puedo esperar para comenza
