(InfoCatólica) El secretario de políticas LGTBI del PSOE en Alicante, Javier Scotto, se ha permitido dar este consejo a Mons. José Ignacio Munilla, obispo de la diócesis levantina:
«Si realmente siente preocupación por la diversidad sexual, en lugar de contemplar la castidad, que contemple ayudar a los católicos y católicas LGTBI+ a entender y aceptar quiénes son y acompañarlos en este difícil proceso. De lo contrario, está promoviendo un contexto social traumático para quienes profesan la fe bajo su orientación o identidad sexual».
Scotto ha rechazado las palabras del obispo en X, cuando salió al paso de la amenza del gobierno contra la Iglesia por predicar la conversión a los homosexuales que viven en pecado. El prelado dijo:
Lo que llaman "terapia de conversión", en realidad, no existe. Es tan solo un "constructo ideológico" del marxismo para impedir a la Iglesia acompañar pastoralmente a las personas con inclinaciones homosexuales, ayudándoles a vivir la virtud de la castidad...
— Jose Ignacio Munilla (@ObispoMunilla) January 14, 2025
Por otra parte,… pic.twitter.com/B3Cu6pPIle
El socialista asegura que las «pseudoterapias están prohibidas por ley, incluso en supuestos en que estas se disfracen o justifiquen bajo talleres de acompañamiento, en cualquier forma, incluso aunque cuenten con el consentimiento de la persona afectada». Y añade que «esta postura concuerda con su superioridad jerárquica en el Vaticano».
Además, afirma que el obispo «tiene obsesión por equiparar al colectivo exclusivamente con el sexo y no con el afecto, de ahí que su mensaje pretenda que toda persona LGTBI+, aunque lo sea, no ejerza, que es lo mismo que reprimirse impidiendo su desarrollo personal, con el grave daño psicológico que puede conllevar».
«Desde el partido socialista, nos preocupa la vulnerabilidad en la que sitúa a las familias LGTBI+, a las que hace creer que sus hijos se van a curar, o en la propia persona que es sometida a estas pseudoterapias. No dejamos de ser seres sexuados y las relaciones afectivo-sexuales forman parte del constructo humano», indica, ignorando que según la doctrina católica, las relaciones afectivo-sexuales sólo son lícitas dentro del matrimonio.
Scotto también defiende que es necesario un «cambio» en el contexto social, cultural y de creencias, para que no haya «prejuicios, discriminaciones y estigmas». Es decir, al parece le parece poco el hecho de que gran parte de la sociedad española se haya plegado ya a la ingeniería social que los principales políticos llevan a cabo desde hace décadas. El socialista no quiere que la voz de la Iglesia pueda llegar a la sociedad.