(KAN/InfoCatólica) En declaraciones a la agencia polaca PAP, el expresidente de la Conferencia Episcopal Polaca subrayó que, durante el periodo estalinista, los niños tampoco podían ser bautizados ni acudir a la iglesia antes de cumplir la mayoría de edad. «Solo después, y únicamente quienes resistían la presión antieclesiástica, podían confesarse», señaló Gądecki, añadiendo que estas propuestas actuales tienen «rasgos estalinistas» basados en «una psicología dudosa».
La petición fue presentada en octubre por el actor e influencer Rafał Betlejewski al Sejm (Parlamento polaco) y ha reunido más de 13.000 firmas.
Betlejewski argumenta que la confesión supone «una experiencia de humillación y miedo, un evento traumático y desagradable que los niños no desean y contra el cual no pueden defenderse». Asimismo, describió este sacramento como «un relicto medieval» nacido en una época de «relaciones sociales feudales».
Según el portal estadounidense The Pillar, la petición se presentó por primera vez en 2023, pero fue rechazada por incumplir los requisitos formales. Sin embargo, el 16 de octubre de 2024, Betlejewski volvió a registrarla y esta vez sí ha pasado el filtro legal, aunque parece claro que no se aprobará.
Gądecki: «Todos los sacramentos moldean a la persona de manera gradual»
El arzobispo Gądecki tildó la propuesta de «completo disparate». «Es difícil comprender que en una cultura cristiana, donde la confesión existe desde hace casi dos mil años, alguien proponga de repente prohibirla a los niños», declaró. Según el prelado, Betlejewski ignora que los niños necesitan educación en la verdad desde todas las etapas de su desarrollo.
«Es esencial permitirles confesarse, porque la formación de una persona comienza desde su nacimiento, no a partir de los 16 años», argumentó. Añadió que «todos los sacramentos moldean a la persona de manera gradual, capa tras capa, año tras año».
El arzobispo de Varsovia, Adrian Galbas, ya calificó esta iniciativa como «absurda y extraña» en diciembre.
Debate sobre la confesión infantil en Centroeuropa
El derecho canónico establece que los niños deben recibir la confesión antes de su Primera Comunión (canon 914 CIC). Sin embargo, esta práctica también ha generado críticas en otros países. El psiquiatra forense alemán Harald Dreßing, director del estudio MHG, subrayó en 2023 que los niños en edad de Primera Comunión no comprenden plenamente los conceptos de culpa y pecado. Además, señaló que la confesión se ha utilizado en el pasado como una herramienta para preparar abusos.
Por su parte, la liturgista alemano-suiza Birgit Jeggle-Merz sugirió en 2023 retrasar la confesión hasta después de la Primera Comunión. En septiembre pasado, el también alemán teólogo y pedagogo religioso Markus Tomberg declaró en una entrevista con katholisch.de que la confesión en un espacio cerrado entre un sacerdote mayor y un niño plantea un desequilibrio de poder que «tiene poco que ver con la reconciliación», aunque reconoció que muchos sacerdotes manejan esta situación de manera adecuada.