(NCRegister/InfoCatólica) El pasado jueves 9 de enero, un tribunal federal en Kentucky bloqueó una normativa del Departamento de Educación que buscaba prohibir la discriminación contra la «identidad de género» autoafirmada en las escuelas K-12 y universidades en todo el país. Esta decisión judicial ha sido celebrada por aquellos que defienden los principios tradicionales sobre el sexo biológico y el respeto por la naturaleza humana tal como ha sido entendida históricamente por las tradiciones religiosas, incluida la enseñanza católica.
La normativa, implementada por la administración de Joe Biden, reinterpretaba la prohibición de discriminación por «sexo» del Título IX de la ley de 1972 para incluir un mandato que prohibiera la discriminación por «identidad de género». Sin embargo, el término «identidad de género» no aparece en el texto original de la ley. El juez Danny C. Reeves, del Tribunal del Distrito Este de Kentucky, dictaminó que el Departamento excedió su autoridad legal al implementar esta normativa, y que la misma violaba la Constitución de los Estados Unidos al restringir la libertad de expresión en relación con la ideología de género.
Es importante señalar que la Iglesia Católica ha defendido siempre la dignidad humana de todas las personas, reconociendo que cada ser humano es creado a imagen y semejanza de Dios. La enseñanza católica ha sido clara en que el sexo biológico, dado al nacer, es parte del plan divino, y que cualquier ideología que niegue esta realidad pone en riesgo la comprensión de la verdadera naturaleza humana. Esta postura no debe confundirse con una falta de respeto o compasión hacia las personas que experimentan confusión sobre su identidad, sino como una defensa de la verdad sobre la naturaleza humana, que la Iglesia llama a proteger y vivir con integridad.
El fallo del tribunal se produjo después de una demanda presentada por los fiscales generales de seis estados que advertían que esta normativa podría invalidar leyes estatales que separan deportes, vestuarios y otras áreas basándose en el sexo biológico, lo que pondría en riesgo la seguridad y la privacidad de las mujeres y niñas. Patrick Morrisey, fiscal general de Virginia Occidental, celebró el fallo afirmando que se trataba de una victoria para el sentido común y la seguridad de todos los estudiantes.
Al igual que el Título IX busca proteger contra la discriminación en el ámbito educativo, el juez Reeves subrayó que la ley se refiere explícitamente a la discriminación basada en el sexo biológico, es decir, ser hombre o mujer. Cualquier intento de reinterpretar este concepto, añadiendo el concepto de identidad de género, destruye el propósito original del estatuto y lo vuelve irrelevante. Esto podría llevar a consecuencias que restringen la libertad de expresión, especialmente en cuestiones relacionadas con el uso de pronombres y otras manifestaciones de la ideología de género.
La decisión fue recibida con gratitud por grupos de defensa de los derechos de las mujeres, como Alliance Defending Freedom (ADF), que la calificaron como una victoria monumental para las mujeres y niñas de todo el país. Para muchos, este fallo representa una protección frente a políticas que podrían haber llevado a la confusión sobre los derechos de las mujeres en áreas como los vestuarios y las competiciones deportivas.
La Iglesia llama a la solidaridad, al respeto y a la comprensión, sin dejar de lado la verdad fundamental que resalta la importancia de la identidad sexual tal como Dios la creó. La administración del presidente electo Donald Trump ha expresado su intención de revertir estas políticas que promueven la ideología de género en las regulaciones federales, y este fallo judicial marca una importante victoria en la lucha por preservar los valores fundamentales que protegen la dignidad de las mujeres y las niñas en el ámbito educativo.
