(LifeNews/InfoCatólica) Esta semana, el grupo pro-aborto Uplift International (UI) anunció el lanzamiento del programa piloto Pharmacist Abortion Access Program (PAAP) en el estado de Washington, descrito como «el primer modelo para que farmacéuticos puedan recetar directamente medicamentos abortivos a individuos».
Troy Newman, presidente de Operation Rescue, criticó duramente la iniciativa: «El estado de Washington ha dado otro paso para distanciar aún más el aborto químico de la atención médica legítima. Los farmacéuticos no tienen formación en obstetricia ni experiencia clínica. Permitirles evaluar a mujeres embarazadas para realizar abortos químicos peligrosos es un negocio lucrativo, no atención médica».
Según el diario The New York Times, el programa piloto se llevó a cabo del 31 de octubre al 26 de noviembre y contó con la participación de diez farmacéuticos, quienes fueron capacitados para ofrecer abortos químicos mediante telemedicina. El proceso requería que las mujeres completaran un breve cuestionario, pagaran 40 dólares y proporcionaran una dirección en el estado de Washington para recibir las píldoras por correo. No se exigía verificación de residencia, solo una dirección.
Los medicamentos no eran suministrados por farmacias locales, sino por Honeybee Health, una farmacia en línea que trabaja con varios proveedores de píldoras abortivas, incluido The Satanic Temple. Jessica Nouhavandi, presidenta de Honeybee Health, también funge como codirectora del PAAP, lo que ha generado preocupaciones sobre posibles intereses económicos detrás de este programa. Durante los 27 días que duró el piloto, el programa resultó en la destrucción de la vida de 43 niños por nacer.
En 2023, la FDA eliminó permanentemente el requisito de una visita médica presencial para obtener mifepristona, un medicamento abortivo, y permitió que farmacias minoristas distribuyeran el fármaco. Estas decisiones han allanado el camino para que programas como el PAAP operen sin restricciones significativas, algo que Operation Rescue ha calificado como «un esquema imprudente que explota a mujeres y destruye vidas».
El presidente de UI, Dr. Beth Riven, declaró que el objetivo es implementar la prescripción directa de farmacéuticos en persona en Washington y extender este modelo a otros estados del país. Según un artículo de Forbes, en aproximadamente 34 estados los farmacéuticos pueden recetar de forma independiente sin necesidad de acuerdos de colaboración o prescripciones previas, lo que podría facilitar la expansión de este programa.
Newman instó a que se restablezcan regulaciones más estrictas para proteger la vida de los no nacidos y prevenir que las farmacias se conviertan en clínicas de aborto sin supervisión médica adecuada: «La Administración Trump puede reinstaurar los protocolos de sentido común para mifepristona, como el requisito de una visita médica presencial. Esto cerraría estos peligrosos esquemas y salvaría miles de vidas».