(NCRegister/InfoCatólica) Dos años después de la inesperada muerte del cardenal George Pell, se ha publicado una nueva biografía sobre este destacado líder de la Iglesia australiana que promete ser un registro histórico definitivo de su vida y logros.
Titulado Cardinal George Pell: Pax Invictus («Paz al Invicto»), el libro ha sido escrito por Tess Livingstone, amiga de larga data del difunto prelado y corresponsal del periódico The Australian. La obra, compuesta por 38 capítulos, ofrece un relato exhaustivo y autoritativo sobre los numerosos desafíos que el cardenal Pell enfrentó en sus últimas décadas.
Basado en una biografía más breve publicada por Livingstone en 2002, antes de que Pell fuera nombrado cardenal, Pax Invictus —término tomado de una inscripción en un monumento de guerra en Melbourne que el cardenal siempre admiró— abarca desde sus primeros años en el sur de Australia como hijo de un propietario de un pub que soñaba con ser jugador profesional de fútbol australiano, hasta su formación académica en la Universidad de Oxford y la Pontificia Universidad Urbaniana en Roma.
Esta versión ampliada, publicada por Ignatius Press, cubre además los eventos más significativos de los últimos 20 años, incluyendo lo que Livingstone describe como su «enorme» contribución al comité Vox Clara, que ayudó a guiar la nueva traducción al inglés del Misal Romano, y la creación de la capilla y casa de huéspedes Domus Australia en Roma, uno de sus «lugares favoritos» en la Ciudad Eterna.
Livingstone narra en detalle el papel crucial que el cardenal desempeñó en la reforma de las finanzas vaticanas, los muchos desafíos que enfrentó en el proceso y el sufrimiento que soportó debido a una injusticia ampliamente publicitada en Australia. Esta injusticia lo llevó a pasar 404 días en prisión entre 2019 y 2020, tras falsas acusaciones de abuso sexual infantil. «Mirando hacia atrás, fue tan ilógico», comenta Livingstone. «Fue absurdo».
En una entrevista realizada en un hotel cerca del Oratorio de Brompton en Londres, Livingstone compartió que esta actualización del libro se inició gracias a una llamada del padre jesuita Joseph Fessio, director de Ignatius Press, quien le pidió que ampliara su primera edición. Desde entonces, el perfil del cardenal Pell había «explotado», señaló, «por lo que se añadieron muchos detalles a esos capítulos».
Livingstone resalta en el libro la resiliencia del cardenal Pell frente a la adversidad y cómo su fe inquebrantable fue una fuente de fortaleza durante sus pruebas. También destaca cómo ofreció su sufrimiento por las víctimas de abusos y por la Iglesia misma, al tiempo que examina su liderazgo y sus logros, como el aumento significativo de seminaristas y estudiantes en universidades católicas.
Un líder pastoral y firme en la fe
Sobre su personalidad, Livingstone describe al cardenal Pell como «muy pastoral», un sacerdote que «enfatizaba el amor de Dios» y «no era en absoluto una persona que juzgara». Era «tan amable con el mendigo en la calle como con el director de una orquesta». De carácter directo y con una imponente figura, el cardenal Pell era, según ella, «profundamente conocedor» y estaba dispuesto a debatir sobre una «gran variedad de temas» con «opiniones muy firmes», especialmente en teología. También era conocido por su buen sentido del humor.
«Era lleno de trucos y podía reírse de sí mismo», recuerda Livingstone. «Una vez, un cardenal le dijo: “George, puedes actuar como un toro en una tienda de porcelana”, a lo que respondió: “¿Un toro en una tienda de porcelana? ¡Más bien toda la maldita manada!”».
Además, su experiencia en una familia que manejaba un pequeño negocio le dio una gran habilidad para manejar dinero, lo que lo convirtió en una elección natural para liderar la reforma financiera del Vaticano. Cuando asumió ese papel en 2014, estaba alineado con el objetivo del papa Francisco de tener una Iglesia que ayudara a los pobres, pero no compartía el ideal de una Iglesia pobre. Su prioridad era que las finanzas eclesiásticas se destinaran principalmente a la caridad y los pobres, en lugar de desperdiciarse en burocracias innecesarias.
Una reforma llena de oposición
Sin embargo, su éxito en la reforma financiera encontró una feroz resistencia de antiguos funcionarios del Vaticano, quienes, según Livingstone, podrían haber colaborado con figuras en Australia para apartarlo. «Ciertamente, estaban muy complacidos de deshacerse de él», señala.
Livingstone documenta que, ya en 2013, la policía de Victoria en Australia había iniciado una investigación conocida como «Operación Tethering» contra el cardenal, incluso sin acusaciones específicas. En 2017, el año en que Pell fue enviado a Australia, se realizaron misteriosas transferencias de fondos desde el Vaticano a Australia.
Livingstone también aborda las críticas al manejo de casos de abuso por parte del cardenal, señalando que él fue pionero en enfrentar este problema en Melbourne y Ballarat, dos centros de abusos. Aunque su iniciativa de 1996, la «Respuesta de Melbourne», tuvo «fortalezas y debilidades», Livingstone cree que hizo lo mejor que pudo dadas las circunstancias.
Preocupaciones sobre la Iglesia actual
Sobre la Iglesia actual, Livingstone destaca que las preocupaciones del cardenal Pell eran bien conocidas, como lo demuestra el memorando «Demos», crítico del pontificado de Francisco. Según ella, Pell habría considerado el Sínodo de la Sinodalidad como «una completa pérdida de tiempo» y «totalmente equivocado». También se habría irritado con la renovación del acuerdo entre el Vaticano y China y con la falta de reconocimiento a figuras como el arzobispo Anthony Fisher y el arzobispo mayor Sviatoslav Shevchuk.
Finalmente, Livingstone espera que su biografía ofrezca un registro histórico duradero de la vida de un hombre cuya fe y liderazgo dejaron una huella imborrable en la Iglesia: «Espero que, dentro de 400 años, las personas vean quién fue este hombre, que escribió diarios desde la cárcel y cuya historia merece ser recordada».