(El Mundo/Infocatólica) El 67 por ciento de los españoles de entre 18 y 44 años no contempla la posibilidad de tener hijos antes de 2030, según revela la última encuesta de Sigma Dos para El Mundo. Este dato se acentúa en la franja de edad de 30 a 44 años, donde apenas un 30 por ciento considera la maternidad o paternidad como una opción viable en los próximos cinco años.
El informe destaca cómo las nuevas generaciones priorizan otros objetivos vitales, como el acceso a una vivienda en propiedad, una meta que siete de cada diez encuestados señalan como imprescindible. A esto se suman aspiraciones como tener un smartphone (51,9 por ciento) o un coche (45,7 por ciento), mientras que la maternidad y la paternidad quedan relegados.
La encuesta muestra un patrón generalizado de rechazo hacia la idea de tener hijos en el corto plazo, con un 82 por ciento de la población descartando esta posibilidad. Este rechazo es especialmente alto entre personas con un nivel educativo básico (91 por ciento), aunque disminuye entre quienes tienen estudios universitarios (81 por ciento).
Diferencias por factores socioeconómicos y de género
El estudio refleja también que las personas con mayores ingresos económicos son más reacias a tener hijos (86,5 por ciento) en comparación con quienes se encuentran en niveles económicos más bajos (77,4 por ciento). Por sexos, la reticencia masculina (83,7 por ciento) supera a la femenina (80,4 por ciento), revirtiendo la tendencia de años anteriores.
La ideología política influye poco en estas decisiones. Un 84,3 por ciento de los encuestados identificados con posiciones de izquierda rechazan la maternidad o paternidad en los próximos años, frente al 80,3 por ciento de los situados en el espectro de la derecha.
El peso de la crisis residencial y otras prioridades
Los datos apuntan a la crisis de vivienda como una de las principales barreras para la natalidad en España. En un país donde los jóvenes enfrentan dificultades para acceder a una vivienda digna, el 70 por ciento considera que disponer de una casa en propiedad es un paso fundamental antes de formar una familia.
Curiosamente, otras prioridades, como tener una mascota (23,8 por ciento) o una televisión (33,1 por ciento), superan en importancia a la idea de ser padres.
Repercusiones sociales y demográficas
España lleva años afrontando un estancamiento en su tasa de natalidad, y las proyecciones a corto plazo no son optimistas. Aunque el Instituto Nacional de Estadística previó un tímido aumento del 0,36 por ciento en los nacimientos durante 2024, los últimos datos consolidados entre 2022 y 2023 reflejan una caída del 2 por ciento.
Con un Estado de Bienestar que depende del equilibrio demográfico, la decisión mayoritaria de las nuevas generaciones de no formar familias a corto plazo plantea retos críticos para el futuro del país. Por ejemplo, el sistema de pensiones será inviable, dado el hecho de que los inmigrantes que acuden a España trabajan en sectores poco cualificados, de bajos sueldos y, por ello mismo, con poca contribución a las arcas pública.
Además, cuando la población joven actual alcance la tercera edad y no tenga familia que les cuide, parece fácil que se produzca el colapso de los servicios médicos y sociales.