(LSN/InfoCatólica) «Tengo la intención de renunciar como líder del partido y como primer ministro una vez que el partido seleccione a su próximo líder a través de un proceso competitivo, sólido y a nivel nacional», declaró Trudeau a los periodistas frente a Rideau Cottage, en Ottawa.
El todavía primer ministro añadió que «anoche pedí al presidente del Partido Liberal que iniciara ese proceso», y reconoció que las divisiones internas han sido un factor determinante en su decisión: «Me ha quedado claro que no puedo ser quien lleve la bandera liberal en las próximas elecciones».
Trudeau permanecerá en el cargo hasta que la Junta Nacional de Directores del Partido Liberal elija a un nuevo líder. Además, solicitó la suspensión temporal del Parlamento hasta el 24 de marzo, momento en el que se espera que el relevo esté completado.
Aunque Trudeau había asegurado en varias ocasiones que encabezaría al Partido Liberal en las elecciones de 2025, fuentes internas señalaron que su dimisión era inevitable debido al desplome de la popularidad de su gobierno.
Liberal radical, apóstol de la cultura de la muerte
Desde su llegada al poder en 2015, Trudeau ha ganado tres elecciones consecutivas. Sin embargo, las encuestas recientes apuntan a un rotundo triunfo conservador, impulsado por el descontento de los canadienses hacia las políticas de Trudeau, entre las que destacan sus medidas sobre cambio climático, derechos LGBT y las regulaciones relacionadas con el aborto y la eutanasia. Es uno de los líderes mundiales más radicalmente favorable a cualquier tipo de legislación inicua. Y durante la pasada pandemia, fue el más fiel a los intereses de las Big Farm (farmacéuticas), llegando a anular los derechos de los ciudadanos, especialmente durante las masivas manifestaciones de los camioneros.
Uno de los ejemplos más conspicuos del totalitarismo del gobierno liberal en Canadá fue la amenaza de quitar la custodia de los hijos a los padres que se opongan a la agenda LGTBI.
La gran farsa de los niños indígenas
También fue durante el gobierno de Trudeau cuando se produjo la gran farsa de los inexistentes restos de niños indígenas en una escuela católica en Kamloops.
La renuncia de Trudeau se produce apenas unas semanas después de que su ministro de Vivienda, Sean Fraser, y la viceprimera ministra, Chrystia Freeland, abandonaran también el gobierno liberal.