(NCRegister/InfoCatólica) «Cabrini»se presenta como una de las más destacadas películas católicas de 2024, pues narra la inspiradora historia de Santa Francesca Cabrini, una mujer que, movida por una profunda vocación, viajó desde Italia hasta Nueva York para cuidar a los italianos huérfanos y desamparados que se encontraban en situaciones de extrema pobreza. A pesar de enfrentarse a numerosos obstáculos, incluyendo una gran resistencia debido a prejuicios arraigados, la película resalta la firmeza, la determinación y la inquebrantable fe de Cabrini, quien nunca dejó que las dificultades o la oposición la desanimaran.
A lo largo de la historia, se muestra cómo Santa Francesca Cabrini, lejos de rendirse ante los desafíos, mantuvo su enfoque en la misión que le había sido encomendada, respondiendo con respeto y amor hacia todos los que la rodeaban. Esta actitud le permitió ganar la confianza de personas que inicialmente desconfiaban de sus intenciones, como una niña que vivía en las calles y dos huérfanos que habían aprendido a sobrevivir en la dureza de la vida callejera.
Madre Cabrini es retratada como una mujer audaz, pero nunca imprudente ni impulsiva, que, a pesar de las adversidades, siempre actuaba con una gran bondad y un profundo sentido de justicia. Para ella, lo que realmente importaba no era su propio bienestar, sino la vida y el futuro de los demás. Lo que más le preocupaba era que las personas a su cargo crecieran no solo como buenos ciudadanos, sino como verdaderos cristianos, comprometidos con la fe y con el amor al prójimo.
La película logra transmitir con gran fuerza estos valores a través de una actuación excepcional de Cristiana Dell'Anna, quien interpreta el papel de Madre Cabrini. Su actuación no solo resalta la grandeza del personaje, sino que también refleja la inmensa fortaleza interior que Santa Francesca Cabrini, sin duda, poseía.
La directora Alejandro Monteverde ha sabido reunir un elenco talentoso que funciona como un verdadero equipo, logrando una armonía en pantalla rara de ver en producciones de esta índole. Además, su trabajo de dirección va más allá de lo meramente artístico, alcanzando también una dimensión poética que se puede percibir en cada toma, especialmente en la manera en que la cámara sigue a Madre Cabrini en su incansable labor de poner en práctica el pasaje del Evangelio según San Mateo 25, el cual inspiraba su vida: «Tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber...».
En «Cabrini», se retrata con gran precisión cómo las dificultades y las adversidades no eran vistas por Madre Cabrini como obstáculos insuperables, sino más bien como signos de que Jesús estaba cerca, guiándola en su misión. En una de las escenas más conmovedoras de la película, Madre Cabrini expresa su profunda fe con estas palabras: «No importa de qué tipo de madera esté hecha la cruz. Lo único que importa es saber que viene de Jesús». Estas palabras resumen perfectamente la esencia de su vida: una vida de sacrificio, de entrega total a los demás y de una confianza inquebrantable en la providencia divina.