(CNAd/InfoCatólica) Mons. Gregor Maria Hanke OSB advirtió que no se debe «recluirse en una burbuja eclesiástica en la que solo intentemos resolver nuestras cuestiones estructurales internas».
«Muchos de nosotros nos hacemos la angustiante pregunta de qué traerá el próximo año», afirmó Hanke. «La resignación y la desesperanza amenazan con extenderse, especialmente entre la generación más joven». No se debe «cerrar los ojos ante estos desarrollos».
Es necesario practicar una «actitud de ojos y corazón abiertos», que busque «entender qué inquieta a las personas que nos rodean, qué las asusta y qué anhelan». Solo así será posible «compartir nuestra esperanza».
El obispo abordó la concepción moderna individualista de la libertad y enfatizó: «La pretensión del individuo, definido como un sujeto autónomo que se realiza a sí mismo en total libertad, desemboca en la crisis del proyecto de emancipación ecosocial de las sociedades occidentales. Una sociedad se desintegra cuando el objetivo es: no depender de nada ni de nadie».
«Una libertad en la que la propia voluntad es la única norma no salva; convierte al ser humano en una criatura sin sentido», dijo Hanke. Por el contrario, la posición correcta sobre este tema es: «La libertad necesita la verdad para ser experimentada como una libertad redentora».