(Katholisch/InfoCatólica) El Estado de la Ciudad del Vaticano introducirá a principios de año normas para el uso de la inteligencia artificial en el Vaticano. El objetivo de las «Directrices sobre Inteligencia Artificial» («Linee Guida in materia di intelligenza artificiale»), que han sido promulgadas como ley, es garantizar que el uso de sistemas de IA en los Estados Pontificios sea ético y sostenible, según un comunicado de la Gobernadorado, el gobierno del Estado de la Ciudad del Vaticano. «El texto de la norma subraya la importancia de abordar conscientemente el cambio tecnológico para garantizar que los beneficios de la inteligencia artificial se distribuyan equitativamente y que se respeten los principios fundamentales del desarrollo sostenible y la no discriminación en el espíritu de la fraternidad universal y la paz», dijo el Gobernadorado.
Las directrices establecen disposiciones generales para el uso de sistemas de IA. Su estructura básica se basa en el Reglamento sobre IA de la Unión Europea, que entró en vigor en agosto. Al mismo tiempo, el Gobernadorado anunció otras leyes y reglamentos de aplicación. Al igual que el Reglamento de la UE sobre IA, las Directrices vaticanas sobre IA no sustituyen a las leyes vaticanas vigentes sobre protección de datos y derechos de autor. Las directrices sólo se aplican a las instituciones estatales del Vaticano, no a la Curia.
Dignidad humana y bien común
Los principios para el uso de sistemas de IA por parte de las instituciones vaticanas son el respeto de la dignidad humana y el bien común, la responsabilidad, la transparencia y la proporcionalidad de la acción administrativa. Además, el uso y desarrollo de sistemas de IA debe orientarse a la preservación de la creación. Se prohíbe expresamente el uso de sistemas de IA discriminatorios. Los sistemas de IA sólo podrán utilizarse si no excluyen a las personas con discapacidad y si no crean desigualdades sociales, violan la dignidad humana o infringen los principios humanos fundamentales. También están prohibidas las aplicaciones que pongan en peligro la seguridad del Estado Vaticano o la misión del Papa y de la Iglesia.
Las directrices también establecen principios para la ciencia, la sanidad, la gestión de bienes artísticos y culturales, la administración y las infraestructuras, los recursos humanos y los tribunales vaticanos. Aunque los tribunales vaticanos pueden utilizar sistemas de IA para organizaciones e investigación, la actividad judicial real de interpretar y aplicar la ley debe reservarse a jueces humanos. Los contenidos generados por IA en el Vaticano deben etiquetarse con la abreviatura «IA» de «intelligenza artificiale». El Estado vaticano se reserva los derechos de autor de dichas obras.
Ofensiva vaticana contra la regulación de datos
El Papa Francisco y varias autoridades de la curia llevan años criticando repetidamente cierto uso de la inteligencia artificial. En junio, el Papa pidió un examen intensivo de los efectos de la IA. Dijo que se necesitan regulaciones para garantizar que las innovaciones beneficien a toda la humanidad. En 2020, la Academia Pontificia para la Vida publicó el «Llamamiento de Roma por la ética de la IA», que establece principios para el uso ético de la IA, a saber, transparencia, inclusión, responsabilidad, imparcialidad, fiabilidad, seguridad y protección de datos. Desde entonces, representantes de varias religiones se han sumado al llamamiento.
El Vaticano aún no dispone de una normativa sobre IA con rango de ley. Durante mucho tiempo, el Estado del Vaticano no tuvo ninguna normativa que regulara el uso de los datos. Hasta abril no entró en vigor una ley de protección de datos por primera vez en la historia de los Estados Pontificios.