(Ecclesia/InfoCatólica) El proyecto parte de la premisa fundamental de que el mejor lugar para un niño es su familia. «El sitio natural donde tienen que estar los niños y donde mejor están es con sus padres y con su familia», afirma Eduardo Baura, director de grados de educación Universidad CEU San Pablo. Conscientes de que las situaciones familiares pueden ser complejas, la iniciativa busca fortalecer el vínculo entre padres e hijos para evitar que los menores sean separados de su entorno familiar. «La primera institución que se tiene que hacer cargo de la educación de los menores es la familia» dice.
En este sentido, critica la tendencia a «delegar en los profesores toda la educación de los niños». Advierte que «muchas familias, también por nuestros trabajos, no llegamos a estar tanto tiempo como nos gustaría con los niños y a veces intentamos que la escuela se encargue de rellenar algunas lagunas que la sociedad no está sabiendo paliar». Para Eduardo, la clave está en un trabajo conjunto entre familia y escuela, donde ambas instituciones se apoyen mutuamente y compartan la responsabilidad de la educación de las nuevas generaciones.
«Somos Voz» se caracteriza por su enfoque comunitario, trabajando en red con educadores, psicólogos y las propias familias. «Lo más importante, lo que más reflejan todo este equipo, es el trabajo en red, no tanto el generar un enfoque directivo, sino en equipo, comunitario en este sentido, donde tanto los educadores, familias como los niños nos veamos muy unidos en todo este trabajo», explica Mara Lerma, coordinadora estatal de las plataformas salesianas que ha formado parte de este proyecto.
El proyecto ofrece una amplia gama de programas y actividades no solo para niños, sino también dirigidas a los padres. «Se ha trabajado mucho con los niños, se ha implementado la figura de un psicólogo muy presente en todo el desarrollo de todos los procesos», detalla Lerma. Estas acciones buscan dotar a los padres de herramientas, como decíamos, para la gestión emocional, mejorar la comunicación familiar y crear un clima más positivo en el hogar.
Resultados alentadores
Los primeros resultados de «Somos Voz» son realmente esperanzadores. Se ha observado una mejora en la situación familiar, con una reducción de conflictos y una mayor capacidad de los padres para manejar las emociones de sus hijos. Los niños, por su parte, muestran una mejor regulación emocional, experimentando menos enfados y peleas.
La iniciativa también ha tenido un impacto positivo en la satisfacción con la vida de las familias participantes. «Las familias que han estado dentro del proyecto, dicen que tienen una mayor satisfacción con la vida, ya no solo a nivel personal, familiar, de esos menores, de esos padres, sino imagino que este también es un impulso importante para su integración y su participación a nivel social», se señala. El fortalecimiento del núcleo familiar se traduce en un mayor bienestar para todos sus miembros, mejorando su integración social y su calidad de vida.
En un contexto donde la familia se enfrenta a diversos desafíos, «Somos Voz» se alza como una iniciativa fundamental para fortalecer el vínculo familiar y brindar a los niños la oportunidad de crecer en un entorno seguro y lleno de cariño.
