(Aci Prensa/InfoCatólica) Según el informe de libertad religiosa de Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), el 96,47% de los 208 millones de habitantes de Pakistán son musulmanes, mientras que solo el 1,9% profesa el cristianismo. A pesar de que la Constitución de 1973 garantiza libertad religiosa, las minorías han enfrentado discriminación sistemática y violencia.
Acusaciones arbritarias
Janssen ha explicado que, aunque a los cristianos se les ha permitido celebrar sus cultos dentro de sus templos, fuera de estos espacios han sido víctimas de abusos, quema de propiedades y detenciones arbitrarias. «La ley de blasfemia, sin una definición clara, permite acusaciones arbitrarias que suelen terminar en condenas a muerte», ha señalado Janssen, recordando el caso de Asia Bibi, encarcelada durante ocho años tras haber sido acusada de blasfemia por beber agua de una taza considerada «impura».
Secuestros y conversiones forzadas
Otro de los grandes problemas señalados es el secuestro de niñas de minorías religiosas para forzarlas a convertirse al islam y casarlas con musulmanes. Aunque una enmienda reciente ha fijado la edad mínima para casarse en 18 años en Islamabad, Janssen ha denunciado que esta protección no se extiende al resto del país:
«Cada año se estima que mil menores son víctimas de secuestros. Los jueces frecuentemente fallan a favor de los secuestradores»
Un llamado a la comunidad internacional
Janssen ha hecho un llamamiento a los gobiernos occidentales y a organizaciones internacionales para que intervengan en defensa de los derechos de los cristianos en Pakistán:
«La presión internacional tiene el poder de salvar vidas y garantizar justicia, como se ha demostrado en el caso de Asia Bibi»