(LifeSite/InfoCatólica) Las Fuerzas Armadas Canadienses (CAF) han implementado una prohibición en relación con la oración durante las celebraciones del Día del Recuerdo, una medida que parece estar alineada con un esfuerzo por desvincular al país de su legado religioso.
Este 11 de noviembre, durante los actos conmemorativos, se ha decidido que no se podrán incluir oraciones, ni símbolos religiosos, ni lecturas de textos sagrados como la Biblia, la Torá o el Corán, de acuerdo con una directiva emitida por la CAF y compartida con LifeSiteNews por un miembro del cuerpo militar.
El mensaje enviado al personal de la CAF subraya que «si se exige o se espera que miembros militares asistan a un evento, podemos presumir que representan una diversidad de creencias, incluida ninguna». El correo también indicaba que los capellanes deben «tomarse el tiempo para reflexionar sobre el significado y el propósito del evento y decir palabras de esperanza, aliento y recuerdo para beneficio de todos».
El año pasado, las Fuerzas Armadas Canadienses habían impuesto restricciones similares sobre la oración pública, aunque esas órdenes fueron finalmente anuladas tras recibir una respuesta negativa de parte de los canadienses. Este año, sin embargo, la directiva se ha endurecido, ya que los funcionarios han dejado claro que no habrá flexibilidades como las que se ofrecieron en 2023. «El documento del 23 de octubre está en vigor para este Día del Recuerdo», afirmaba el correo, «y reemplaza cualquier dirección dada después de la guía de Reflexión Espiritual de finales de 2023».
Los capellanes, que están obligados a participar en las ceremonias, se enfrentan a una serie de restricciones, incluso en lo que respecta a los elementos que pueden utilizar. Por ejemplo, se ha estipulado que las bufandas de los capellanes podrían «causar incomodidad o sentimientos traumáticos» entre los asistentes. Según la directiva, no se permitirá la oración ni el uso de símbolos religiosos, y las lecturas de textos sagrados están explícitamente prohibidas. En su lugar, se requiere que las reflexiones ofrecidas sean «de naturaleza inclusiva y respetuosa de la diversidad religiosa y espiritual de Canadá», utilizando un lenguaje alineado con los principios del Análisis Basado en el Género (GBA+).
Aunque los capellanes pueden expresar sus opiniones sobre esta directiva en futuras reuniones, no se han programado encuentros antes del Día del Recuerdo, lo que limita la oportunidad de debatir sobre el tema. Un miembro de la CAF, que compartió los correos electrónicos con LifeSiteNews, expresó su preocupación por esta iniciativa, calificándola como un intento de «borrar a Dios de nuestra cultura», algo que, según él, «los canadienses no apoyan, los veteranos no lo apoyan y todos vimos lo que sucede al sur de la frontera cuando el gobierno no está en contacto con las tradiciones y los valores de su propio pueblo».
Este miembro también destacó que la prohibición no busca suprimir una religión específica, sino que tiene como objetivo reemplazar una religión por otra, en este caso, una religión secular. Subrayó la importancia de la religión, particularmente en el contexto militar, afirmando que «no se puede enviar gente a la batalla sin religión», especialmente cuando los soldados se enfrentan a situaciones extremas que ponen en peligro sus vidas.
La decisión de la CAF sigue generando controversia, pues toca temas profundamente arraigados en la cultura y las tradiciones canadienses, que incluyen una larga historia de vinculación con la religión en diversos aspectos de la vida pública y social.