(InfoCatólica) Mons. João nació el 15 de agosto de 1939 en São Paulo, en el seno de una familia de raíces italianas y españolas. Desde joven sintió el llamado a formar y guiar a la juventud en la fe. Su encuentro en 1956 con el Dr. Plinio Corrêa de Oliveira, prominente líder católico en Brasil, marcó profundamente su vida, convirtiéndose en su fiel discípulo. Se unió a la Tercera Orden del Carmelo y, poco después, a la Sociedad Brasileña de Defensa de la Tradición, Familia y Propiedad.
En 1958, sirvió en el ejército brasileño y fue distinguido con la medalla Marechal Hermes, alta condecoración militar.
Se licenció en Derecho en la Facultad del Largo S. Francisco y recibió formación de importantes dominicos de la escuela tomista de Salamanca. Posteriormente, obtuvo también títulos en Psicología y Humanidades, y se doctoró en Derecho Canónico en la Universidad Pontificia de Santo Tomás de Aquino, en Roma, además de profundizar en estudios teológicos.
Mons. João fundó el Instituto Filosófico Aristotélico-Tomista y el Instituto Teológico Santo Tomás de Aquino, además de la revista científica «Lumen Veritatis» y la publicación católica Heraldos del Evangelio. Como autor prolífico, publicó 27 obras traducidas a varios idiomas, incluyendo títulos destacados como «Fátima, albores del tercer milenio» y «Los inéditos sobre los evangelios», algunas de las cuales han alcanzado millones de ejemplares.
Inspirado en el legado del Dr. Plinio, inició una experiencia de vida comunitaria en São Paulo en los años 70. Tras el fallecimiento de su mentor en 1995, fundó tres entidades de derecho pontificio: la Asociación Privada Internacional de Fieles Heraldos del Evangelio, aprobada en 2001 por el Papa Juan Pablo II, y las sociedades clericales Virgo Flos Carmeli y Regina Virginum, reconocidas en 2009 por el Papa Benedicto XVI.
En 2017, renunció a sus cargos de superior general de los Heraldos debido a su salud, afectada por un ictus, aunque continuó asistiendo a las organizaciones que fundó. Fue distinguido por el Papa Benedicto XVI con la medalla Pro Ecclesia et Pontifice en reconocimiento a su labor en la Iglesia.