(InfoCatólica) El papa Francisco ha anunciado que el 26 de diciembre, en la festividad de San Esteban, abrirá una Puerta Santa en la cárcel romana de Rebibbia como un acto simbólico de esperanza y apoyo a las personas privadas de libertad. Este gesto se produce dos días después de la apertura oficial del Jubileo en la basílica de San Pedro, que marca el comienzo del Año Santo, un tiempo especial en el que los fieles pueden obtener la indulgencia plenaria.
La iniciativa en Rebibbia es un elemento central del Jubileo, siguiendo lo anunciado por el Pontífice en la bula Spes non confundit, donde Francisco subrayó su deseo de que esta puerta sea un «símbolo que invite a los presos a mirar al futuro con esperanza y renovado compromiso por la vida». Durante una rueda de prensa en el Vaticano, el arzobispo Rino Fisichella confirmó la fecha y lugar de este evento y explicó que el Papa espera llevar un mensaje de esperanza a todas las personas encarceladas en el mundo.
Además de la apertura de la Puerta Santa en Rebibbia, se han anunciado medidas prácticas en beneficio de los reclusos. Según un acuerdo firmado entre la Santa Sede y el Ministerio de Justicia italiano, se implementarán programas de reinserción social para los presos, incluyendo oportunidades de trabajo en actividades sociales. Estas acciones buscan ofrecer a los internos una segunda oportunidad, facilitando su reintegración en la sociedad y fortaleciendo su autoestima.
El Jubileo traerá también numerosos eventos culturales en Roma, diseñados para enriquecer la experiencia de los peregrinos, entre los que se espera una afluencia de hasta 30 millones de personas de todo el mundo. Entre las actividades destacadas figuran conciertos, como el de la Orquesta de Santa Cecilia el 3 de noviembre, y la exhibición gratuita del cuadro White Crucifixion de Marc Chagall en el Palacio Cipolla, una obra que denuncia la guerra y el odio. También se exhibirán raros iconos de los Museos Vaticanos en la iglesia de Santa Inés, en la Plaza Navona, y se expondrá temporalmente en la Exposición Universal de Osaka el cuadro El Santo Entierro de Caravaggio.
Con este Jubileo, Francisco aspira a transformar a Roma en un «símbolo tangible de esperanza» y a inspirar iniciativas de amnistía y reconciliación en todo el mundo, animando a los fieles y a los gobiernos a trabajar juntos por un futuro mejor.