(ACN/InfoCatólica) Tras la invitación del Papa Francisco, más de un millón de niños en todo el mundo se han unido a la iniciativa «Un Millón de niños rezando el rosario» para rezar por la paz y la unidad. Una iniciativa respaldada, como cada año, por la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN).
Según los datos de la página web oficial, se han registrado un total de 1.135.945 niños de más de 150 países. Las cifras reales son con toda seguridad mayores, según afirma ACN, dado que muchos no se registran por esa vía o tienen dificultades para acceder a internet. El país con mayor número de niños registrados en la web oficial fue Nigeria con 200.209, seguido de Filipinas (162.684), Polonia (151,365) y Brasil (75.579).
Testimonios innumerables
Desde Járkov, ciudad en Ucrania arrasada por la guerra, llegan noticias con imágenes de niños que, pese a las bombas, rezan con fervor. Niños de Gaza e Israel, así como otras regiones afectadas por conflictos como Myanmar, Mozambique, Sudán o la República Democrática del Congo, también se unieron a la iniciativa, para pedir por la paz. La jornada de oración fue seguida también desde lugares remotos como Micronesia, la Polinesia Francesa o incluso la Antártida, en un clamor unánime.
En países de minoría cristiana, como Bangladesh e India, se organizaron coloridas procesiones donde decenas de niños acompañaron a la Virgen, como muestran las fotos y videos recibidos por ACN. En Filipinas, el segundo país con mayor número de participantes, miles de flores adornaron los pies de la Virgen, obsequiadas por estudiantes antes de rezar en la catedral de Malolos.
La paz, un deseo universal
Desde Sierra Leona, la hermana Francesca Anyanwu cuenta a la fundación cómo más de 700 niños se unieron a la oración y participaron en una enorme procesión por las calles de la diócesis de Kenema. «Estos niños son un poderoso recordatorio de que la paz es un deseo universal», asegura la religiosa. «Su inocente sinceridad y su pureza de intenciones transmiten un mensaje que resuena con personas de todas las edades: la esperanza de un mundo armonioso y pacífico». En otro colegio a miles de kilómetros de Sierra Leona, en la ciudad de Ohio en Estados Unidos, una profesora menciona lo emocionados que estaban sus estudiantes: «Entendieron fácilmente la misión. Además, ¡pensaron que era algo realmente guay!».
Luchando con las armas espirituales
Todos los países de América del Sur, donde el amor a María es muy grande, aceptaron la invitación del Papa. En Argentina, por ejemplo, se distribuyeron 10.000 dípticos con los misterios del rosario traducidos por primera vez al sistema braille. Representantes de los asuntos religiosos del país expresaron su apoyo a la campaña, que «contribuye a concientizar y revitalizar el rezo del rosario, uno de los signos más representativos del amor que las generaciones jóvenes sienten por Jesús y por su madre, María».
En el corazón de la devoción mariana en Portugal, en la Capilla de las Apariciones de Fátima, centenares de niños se reunieron con este mismo propósito. El Cardenal Antonio Marto, que presidió el rezo del rosario, afirmó que los niños tienen presente «el dolor de aquellos inocentes que sufren los horrores de la guerra, una guerra que se ha vuelto cada vez más feroz. Hoy, estos niños son intérpretes del amor de las víctimas del mundo: con ellos, Dios es capaz de hacer cosas grandes y maravillosas. Cuando Nuestra Señora nos pidió que rezáramos el rosario, lo hizo para que nos sintiéramos unidos en oración. Aquí estamos luchando por la paz con las armas espirituales de nuestra oración, para que la misericordia de Dios descienda siempre sobre este mundo lleno de heridas», concluyó.