(Orthodox Times/InfoCatólica) El Patriarca Ecuménico Bartolomé pronunció un discurso en la cena oficial ofrecida en su honor por la Santa Archidiócesis de Australia en el Centro de la Paz en Melbourne, el lunes 14 de octubre de 2024. En su intervención, el Patriarca destacó las bendiciones únicas de las que disfrutan los habitantes de Australia, donde la libertad política y religiosa son realidades fundamentales. Elogió el compromiso del país con los derechos humanos, la seguridad y el bienestar de sus ciudadanos, presentando a la sociedad australiana como un modelo ejemplar de libertad y progreso.
A pesar de esta visión optimista, el Patriarca expresó un profundo pesar por la persistencia de los conflictos mundiales, subrayando cómo el nacionalismo, las diferencias culturales y religiosas, los intereses geopolíticos y la codicia económica continúan alimentando divisiones en todo el mundo. Lamentó la deshumanización que ocurre en estos conflictos, señalando que los miembros más vulnerables de la sociedad, en particular las mujeres y los niños, son quienes más sufren estas luchas.
Dirigiéndose a los representantes de otras Iglesias y grupos religiosos presentes, instó a la comunidad cristiana global a unirse y alzar su voz contra las guerras, la violencia y la injusticia. Reconociendo que la influencia de los líderes religiosos puede verse disminuida por las divisiones internas dentro del cristianismo e incluso dentro de la Iglesia Ortodoxa, el Patriarca subrayó la importancia de la unidad, haciendo eco del mandato de Cristo sobre el amor y la unión entre los fieles.
También enfatizó la necesidad del diálogo como el único camino hacia la reconciliación y la paz, reconociendo el papel de liderazgo del Patriarcado Ecuménico en la promoción del diálogo intercristiano e interreligioso. El Patriarca señaló la concesión de la autocefalia a la Iglesia Ortodoxa de Ucrania como un movimiento crucial para preservar la unidad dentro de la Ortodoxia. Lo cierto es que esa medida ha provocado el mayor cisma entra las iglesias ortodoxas desde que se separaron de Roma.
En sus palabras finales, el Patriarca Bartolomé expresó su gratitud y admiración por los logros de la Santa Archidiócesis de Australia. Impartió su bendición al Arzobispo Macario por su incansable labor y alentó a los fieles a continuar apoyando y siendo leales a la Iglesia Madre de Constantinopla.