(InfoCatólica) En la Audiencia General celebrada este miércoles 9 de octubre de 2024, el papa Francisco continuó su ciclo de catequesis sobre el Espíritu Santo, centrándose en el papel que desempeña en la vida de la Iglesia y en la unidad entre los creyentes. Inspirado en el libro de los Hechos de los Apóstoles, el Pontífice destacó dos movimientos clave que realiza el Espíritu: la expansión de la Iglesia hacia nuevos pueblos y geografías, y la consolidación de la unidad en su interior.
El Papa recordó el descenso del Espíritu Santo en Pentecostés, cuando los Apóstoles, tras quedar llenos del Espíritu, empezaron a hablar en diferentes lenguas para anunciar a Jesucristo a las multitudes. Este suceso, según Francisco, marcó el inicio de la misión universal de la Iglesia, impulsada por el Espíritu para llegar a todos los pueblos y culturas, tal como se refleja en el episodio de la conversión del centurión Cornelio.
El Santo Padre subrayó que el Espíritu Santo no solo extiende la Iglesia, sino que también la une, como se refleja en el Concilio de Jerusalén, donde se resolvió un conflicto entre judíos y conversos paganos. Según explicó el Papa, el Espíritu trabaja tanto a través de intervenciones milagrosas, como en Pentecostés, como a través de un proceso sinodal y de diálogo que respeta las diferencias y tiempos humanos.
El Papa concluyó señalando que la unidad no es algo que se pueda imponer desde el exterior, sino que es obra del Espíritu que une a los fieles desde dentro. Además, destacó que la unidad cristiana no se logra mediante la imposición de puntos de vista, sino avanzando juntos hacia Cristo, pidiendo a Dios que sea el centro de la vida de cada persona.
«Pidamos al Espíritu Santo que nos ayude a ser instrumentos de unidad y paz», fueron las palabras con las que el Pontífice concluyó su catequesis, invitando a los fieles a poner en práctica este mensaje en su vida cotidiana, especialmente en el seno de sus familias y comunidades.