(InfoCatólica) La CUP ha registrado este jueves en el parlamento de Cataluña una nueva proposición de ley para regular el derecho al aborto en la comunidad autónoma. La presidenta del grupo parlamentario, Laia Estrada, ha explicado en rueda de prensa que la propuesta —la misma que la formación presentó durante la legislatura pasada, pero que quedó interrumpida por el adelanto electoral— plantea cambios profundos en la legislación vigente y busca instar al Congreso de los Diputados a modificar la ley estatal para hacerla compatible con los principios expuestos en el Parlament catalán.
Entre las medidas destacadas, la CUP propone despenalizar completamente el aborto, eliminando su tipificación en el Código Penal, y suprimir los plazos de gestación para abortar, permitiendo esta práctica en cualquier momento del proceso de gestación. La iniciativa también propone eliminar la objeción de conciencia de los profesionales sanitarios en el sistema público, indicando que aquellos que no deseen realizar abortos deberían trabajar en la sanidad privada. Según Estrada, esta eliminación permitiría que el aborto se regulara «como una práctica médica más», asegurando que las mujeres puedan acceder al servicio sin limitaciones externas.
Estrada ha señalado que países como Canadá, que no imponen plazos, no presentan mayores tasas de abortos, sino que estos se realizan en fases gestacionales más tempranas debido a la accesibilidad garantizada del servicio. La propuesta, en opinión de la CUP, responde a la necesidad de una regulación que respete la «libre decisión sobre la maternidad y reproducción» de cada mujer.
En cuanto al apoyo parlamentario, la CUP confía en contar con ERC y Junts, formaciones que, según Estrada, ya respaldaron la propuesta en la pasada legislatura. Además, espera que PSC y los Comuns aborden esta vez el fondo de la cuestión, en lugar de limitar el debate a temas de competencias entre las administraciones autonómica y estatal.
Desde VOX, la diputada María García Fuster ha criticado duramente la propuesta, calificándola como «anti-vida» y expresando su rechazo a la eliminación de la objeción de conciencia, así como a la posibilidad de que menores de 12 años puedan acceder a este procedimiento sin el consentimiento de sus padres. Además, García Fuster ha reprochado a la CUP el supuesto propósito de fomentar el aborto entre mujeres de otros países, especialmente de África, ofreciéndoles este servicio de forma gratuita en Cataluña.