(COMECE/InfoCatólica) Mons. Crociata ha declarado que la espiral de violencia en Tierra Santa, Líbano y otras zonas del Oriente Medio pone en riesgo “la dignidad, vidas y medios de subsistencia de cientos de miles de personas”. Subrayó la gravedad de la situación humanitaria y el sufrimiento en todas las comunidades de la región, agravada por la intervención de numerosos actores y dinámicas políticas cada vez más complejas y peligrosas.
La declaración de COMECE también advierte sobre las repercusiones de esta crisis en Europa y en el resto del mundo, especialmente en el resurgimiento del antisemitismo, la radicalización y la xenofobia, que amenazan la cohesión social y favorecen actos de extremismo violento y terrorismo.
Ante esta situación, Mons. Crociata ha hecho un llamamiento a todas las partes del conflicto y a aquellos que incitan a la violencia a abstenerse de acciones que podrían agravar aún más el conflicto. “Instamos a un alto el fuego inmediato en todos los frentes y al respeto del derecho internacional y humanitario. Es fundamental garantizar la protección de civiles, hospitales, escuelas y lugares de culto, además de la liberación de todos los rehenes y el acceso seguro y sin trabas a la ayuda humanitaria”, ha afirmado.
COMECE también ha instado a la Unión Europea y a otros actores internacionales a intensificar el diálogo para una paz justa y duradera. En su comunicado, subraya la necesidad de retomar los esfuerzos diplomáticos hacia una solución de dos Estados, con un estatus especial y garantizado internacionalmente para la ciudad de Jerusalén.
La organización ha invitado a todos a unirse al llamado del Papa Francisco para una jornada de oración y ayuno por la paz en el mundo el próximo lunes, 7 de octubre de 2024. Con motivo de esta jornada, la Iglesia Católica rezará a María, Nuestra Señora del Rosario, con la oración propuesta por el cardenal Pierbattista Pizzaballa, patriarca latino de Jerusalén.