Jornada de oración y ayuno convocada por el Patriarcado Latino de Jerusalén
©Arina Krasnikova, Pexels

Un llamado a la paz un año después del ataque de Hamás

Jornada de oración y ayuno convocada por el Patriarcado Latino de Jerusalén

El Patriarcado Latino de Jerusalén ha convocado a una jornada de oración, ayuno y penitencia para el 7 de octubre, marcando un año desde el devastador ataque de Hamás contra Israel. Este evento busca reunir a los fieles en un acto de reflexión y súplica por la paz en una región sumida en la violencia.

(ACIPrensa/InfoCatólica) El Patriarcado Latino de Jerusalén ha anunciado una jornada de oración, ayuno y penitencia programada que iniciará el próximo 7 de octubre, coincidiendo con el primer aniversario del ataque sorpresivo y devastador de Hamás contra Israel.

En una conmovedora misiva dirigida a su comunidad eclesiástica, el cardenal Pierbattista Pizzaballa, Patriarca Latino de Jerusalén, instó a los creyentes a participar en este día de reflexión y súplica, con el anhelo de lograr la paz en una región gravemente lastimada por la violencia.

«Se acerca el mes de octubre, y con él la constatación de que, desde hace un año, Tierra Santa, y no sólo ella, se ha sumido en un torbellino de violencia y odio nunca antes visto ni experimentado», destacó en su carta, enfatizando la seriedad de una situación que ha dejado miles de víctimas y ha debilitado el sentido de pertenencia y comunidad entre los habitantes de la zona.

El cardenal destacó que la violencia ha tenido un impacto humano devastador y ha «infiltrado el lenguaje y las acciones políticas y sociales», debilitando el esfuerzo conjunto para «construir juntos un Reino de paz y justicia» en Tierra Santa. Subrayó que esta situación ha golpeado el sentido de pertenencia y el plan divino para la región.

Para conmemorar el primer aniversario del ataque de Hamás, el Patriarcado organizará una hora de adoración y oración de vísperas, presidida por el cardenal Pizzaballa a las 6:00 p.m. en la Pro-Catedral en Jerusalén. Este día se considera un «símbolo de la tragedia que estamos viviendo».

El cardenal también hizo un llamado a los líderes políticos para que promuevan la paz y la justicia: «No podemos sino hacer un nuevo llamamiento a los gobernantes y a quienes tienen la pesada responsabilidad de tomar decisiones en este contexto para que se comprometan con la justicia y el respeto del derecho de todos a la libertad, la dignidad y la paz».

Además, resaltó la importancia de alejarse del odio y apoyar a los necesitados: «Al comprometernos, cada uno en nuestro contexto comunitario y de las formas que podamos, debemos apoyar a los necesitados, ayudar a los que trabajan para aliviar el sufrimiento de los afectados por esta guerra y promover cualquier acción por la paz, la reconciliación y el encuentro».

Finalmente, enfatizó la oración como un medio para llevar el dolor a Dios: «Debemos convertirnos, hacer penitencia, pedir perdón». Recordó que el 7 de octubre se conmemora a María, Reina del Rosario, instando a los fieles a rezar en comunidad o individualmente: «Que cada uno de nosotros, con su rosario o en la forma que mejor le convenga, personalmente pero mejor aún en comunidad, encuentre un momento para detenerse a rezar». La carta culmina invitando a todos los cristianos a invocar la intercesión de María para guiar a Tierra Santa en estos tiempos difíciles, con un mensaje de esperanza en la fe y la paz.

Para concluir su mensaje, el prelado compartió la siguiente oración:

Oración por la paz

Señor Dios nuestro,

Padre de nuestro Señor Jesucristo

y Padre de toda la humanidad,

que, por la cruz de tu Hijo

y por el don de su propia vida

pagó un alto precio para destruir

el muro de la enemistad y la hostilidad

que separa a los pueblos y nos convierte a todos en enemigos:

envía a nuestros corazones

el don del Espíritu Santo

para que nos purifique de todo sentimiento

de violencia, odio y venganza,

que nos ilumine para comprender

la dignidad irreductible

de cualquier persona,

y nos inspire a trabajar

por un mundo de paz y reconciliación

en la verdad y en la justicia

en el amor y en la libertad.

Dios Todopoderoso y eterno,

las esperanzas de la humanidad

y los derechos de todos los pueblos

están en tus manos:

asiste con tu sabiduría a quienes nos gobiernan,

para que, con tu ayuda,

sean sensibles a los sufrimientos de los pobres

y a los que sufren las consecuencias

de la violencia y la guerra;

que promuevan en nuestra región

y en toda la tierra

el bien común y la paz duradera.

Virgen María, Madre de la Esperanza,

Obtén el don de la paz

por la Tierra Santa que te vio nacer

y para el mundo entero. Amén.

Dejar un comentario



Los comentarios están limitados a 1.500 caracteres. Faltan caracteres.

No se aceptan los comentarios ajenos al tema, sin sentido, repetidos o que contengan publicidad o spam. Tampoco comentarios insultantes, blasfemos o que inciten a la violencia, discriminación o a cualesquiera otros actos contrarios a la legislación española, así como aquéllos que contengan ataques o insultos a los otros comentaristas, a los bloggers o al Director.

Los comentarios no reflejan la opinión de InfoCatólica, sino la de los comentaristas. InfoCatólica se reserva el derecho a eliminar los comentarios que considere que no se ajusten a estas normas.

Los comentarios aparecerán tras una validación manual previa, lo que puede demorar su aparición.