(Fides/InfoCatólica) «La gravedad de la inundación ha superado con creces las estimaciones del gobierno y de todos nosotros, convirtiéndola en la más catastrófica en Maiduguri en más de tres décadas», señala un informe enviado a la Agencia Fides.
Las inundaciones, que comenzaron el pasado fin de semana, han dejado bajo el agua más de la mitad de la ciudad, provocando numerosas muertes y destruyendo propiedades valoradas en miles de millones de naira. Según el informe, más de un millón de personas se han visto afectadas, y unas 410.000 han tenido que abandonar sus hogares.
El colapso de los conductos de desagüe de la presa de Alau, debido al exceso de agua, ha desencadenado una oleada que ha inundado las comunidades circundantes. El gobierno, junto con las autoridades competentes, continúa trabajando en la evacuación y reasentamiento de los afectados, además de proporcionar alimentos, refugio y atención médica. Sin embargo, la situación sigue siendo crítica. Algunos campos de desplazados internos, que habían sido cerrados oficialmente, han tenido que reabrirse para albergar a los afectados.
La Iglesia Católica también ha sufrido graves daños, con la Secretaría Diocesana y la Catedral de San Patricio completamente inundadas. Además, varias parroquias, como St John Custom, St Michael Railway y St Augustine Gwange, han resultado afectadas. «Calculamos que más de 20.000 fieles católicos en esas parroquias se hayan afectados, lo que representa unas 3.000 familias», añade el informe.
Con más del 40% de la ciudad aún bajo el agua, resulta complicado determinar el alcance total de las pérdidas humanas y materiales. Las autoridades están recopilando datos para evaluar con precisión la magnitud de los daños.
El informe concluye con un llamamiento a la solidaridad: «Que Dios Todopoderoso nos ayude a superar esta catástrofe y alivie todo nuestro sufrimiento». La diócesis solicita apoyo financiero para poder asistir a las víctimas, siendo las necesidades más urgentes alimentos, asistencia médica y refugio temporal.