(Kath/infoCatólica) Asociaciones feministas internacionales critican a las Naciones Unidas (ONU) por haber perdido interés en proteger los derechos de las mujeres, según un artículo del instituto IMABE. El texto lo califica como algo «notable» y afirma que «lo que se presentó como un proyecto de liberación para las mujeres parece haberse convertido en una nueva forma de opresión femenina»
La crítica se centra principalmente en la minimización de la gestación subrogada y los tratamientos para personas transgénero en niños y adolescentes. Las feministas reprochan que la agencia de la ONU responsable de los derechos de las mujeres, «ONU Mujeres», haya respaldado la gestación subrogada y la considere parte de una «planificación familiar integral».
Estas asociaciones feministas rechazan la etiqueta de «extrema derecha» que la agencia de la ONU les ha asignado, únicamente por oponerse a un concepto de «identidad de género» que se basa únicamente en percepciones subjetivas, sin tener en cuenta fundamentos biológicos (los llamados «derechos LGBTQIA+»).
Herramienta del patriarcado
Entre las asociaciones se encuentran, entre otras, «Women’s Liberation Front», «Women’s Declaration International», «RadFem Italia» y varias más. En una carta abierta a la ONU del 13 de agosto de 2024, declaran que la ONU ya no apoya los derechos de las mujeres, sino que ahora se alinea con los intereses de un nuevo grupo «cuyo objetivo principal es reclamar los derechos de las mujeres para los hombres». «ONU Mujeres es hoy una herramienta del patriarcado y oprime activamente a las mujeres», señala la carta.
Las mujeres tienen derecho a defender sus propios derechos, así como los de los niños, gays y lesbianas. ONU Mujeres apoya «las demandas de hombres que buscan destruir los derechos de otros grupos, como cuando se declaran "mujeres trans" y se infiltran en espacios exclusivamente femeninos; cuando compiten contra mujeres en el deporte femenino o solicitan ser trasladados a prisiones para mujeres, eludiendo así las acusaciones de violencia sexual».
Las autoras enfatizan que las mujeres trans son, por definición, hombres, y rechazan «intervenciones perjudiciales, poco éticas y experimentales en niños y adolescentes» para las llamadas transiciones de género. «Cortar partes del cuerpo sanas de niños, esterilizarlos y administrarles hormonas del sexo opuesto» no es «atención médica», sostienen las feministas ante la ONU. Países como Suecia, Reino Unido y Finlandia han prohibido la manipulación hormonal y quirúrgica en niños y adolescentes.
Una segunda carta abierta, firmada por 50 grupos feministas internacionales el 23 de julio de 2024, fue dirigida al Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA). Las firmantes critican que los informes del UNFPA definan la gestación subrogada como parte de una «planificación familiar integral», a pesar de que viola los derechos humanos de mujeres y niños y está prohibida en muchos países.
Los empleadores estarían siendo alentados a apoyar financieramente los acuerdos de gestación subrogada, lo que, en la práctica, financia la explotación de mujeres y niños. «La gestación subrogada es incompatible con los derechos humanos existentes; equivale al tráfico de niños y la explotación de mujeres», concluye el informe de IMABE.