(InfoCatólica) El Papa reflexionó sobre la necesidad de un conocimiento profundo y auténtico de Jesús. Partiendo del Evangelio, donde Jesús pregunta a sus discípulos quién creen que es, Francisco subrayó que no basta con saber sobre Cristo o recitar doctrinas, sino que es necesario tener un encuentro personal con Él, que transforme la vida y las relaciones:
«En efecto, también nosotros hemos aprendido algo sobre Dios, conocemos la doctrina, rezamos las oraciones de manera correcta y, tal vez, a la pregunta de “¿quién es Jesús para ti?” respondemos bien, con alguna fórmula que hemos aprendido del catecismo. Pero, ¿estamos seguros de que esto significa conocer realmente a Jesús?»
El Papa destacó que este proceso implica un cambio de mentalidad, similar al que experimentó San Pedro, y animó a los fieles a preguntarse qué lugar ocupa Jesús en sus vidas.
«Yo puedo conocer muchas cosas de Jesús, pero si no lo he encontrado, entonces yo no sé quién es Jesús. Es necesario este encuentro que cambia la vida: cambia el modo de ser, cambia el modo de pensar, cambia las relaciones que tienes con los hermanos, la disposición a acoger y a perdonar, cambia las elecciones que haces en la vida. ¡Todo cambia si realmente has conocido a Jesús! Todo cambia».
Oraciones por Vietnam, Myanmar y la paz mundial
Tras el rezo del Ángelus, el Papa expresó su cercanía a las poblaciones de Vietnam y Myanmar, afectadas por las inundaciones causadas por un tifón, y rezó por las víctimas y desplazados. También recordó la beatificación del sacerdote Moisés Lira Serafín en México, destacando su entrega al pueblo de Dios y animando a los sacerdotes a seguir su ejemplo.
El Pontífice también dedicó unas palabras a la Jornada de los Enfermos de Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), celebrada en Italia, asegurando su oración por los enfermos y sus familias, y alentando los avances en la investigación sobre esta patología.
Francisco se refiró los conflictos que siguen causando sufrimiento en Ucrania, Oriente Medio y Palestina. En particular, lamentó la reciente muerte de Hersh Goldberg-Polin, un joven secuestrado en Gaza, y renovó su deseo de que cesen las hostilidades y se libere a los rehenes. «Que cese el odio, que continúen las negociaciones y se encuentren soluciones de paz», exhortó.