(CMI/InfoCatólica) «El Gobierno de Ucrania tiene el derecho soberano y la responsabilidad de defender la integridad territorial del país y de proteger a sus ciudadanos, aún más ante la invasión ilegal y la agresión armada de Rusia», afirmaron Pillay y Bedford-Strohm.
El Consejo Mundial de Iglesias ha condenado sistemáticamente la guerra de Rusia contra Ucrania, y «nos mantenemos firmes en esta posición», señalaron. «Las autoridades ucranianas tienen el derecho de proteger la soberanía y la independencia de Ucrania, y de procesar a los individuos culpables de delitos contra los intereses de Ucrania».
Al mismo tiempo, puntualizaron, «el CMI está profundamente alarmado por la posibilidad de que se inflija un castigo colectivo injustificado a toda una comunidad religiosa y se violen los principios de libertad de religión o creencias, en virtud de una nueva ley aprobada por la Rada ucraniana el 20 de agosto de 2024».
«Exhortamos de nuevo al Gobierno ucraniano a actuar con cautela a la hora de adoptar medidas que pueden violar el derecho fundamental de libertad de religión o creencias y socavar la cohesión social en estos tiempos de emergencia nacional», dijeron Pillay y Bedford-Strohm.
«Observamos que la ley prevé un proceso en seis etapas antes de que se pueda prohibir una organización religiosa, y rogamos que se adopte un enfoque justo e imparcial en las investigaciones de este tipo y se tengan debidamente en cuenta los principios del derecho internacional, la justicia natural y las garantías procesales a la hora de emprender cualquier acción en virtud de esta nueva ley»
Los dirigentes del CMI concluyeron diciendo:
«Ni los delitos de algunos individuos ni las filiaciones históricas de una determinada entidad religiosa pueden constituir una base suficiente para medidas equivalentes a un castigo colectivo a una comunidad viva de culto en Ucrania. El Gobierno ucraniano tiene la responsabilidad de proteger los derechos de todos sus ciudadanos».