(Agencias/InfoCatólica) Tusk asumió el poder en diciembre liderando una coalición que abarca un amplio espectro ideológico, con diputados de izquierda que desean legalizar el aborto y conservadores que se oponen firmemente. Cambiar la ley para permitir el aborto libre hasta la duodécima semana de embarazo fue una de sus promesas electorales.
«No habrá una mayoría en este Parlamento a favor del aborto legal, en el pleno sentido de la palabra, hasta las próximas elecciones. No nos engañemos», declaró Tusk durante un acto el viernes, cuando se le preguntó sobre el tema.
Su gobierno, en cambio, está trabajando en establecer nuevos procedimientos en la fiscalía y en los hospitales para aliviar algunas de las restricciones de facto:
«Esto ya está en marcha y se notará mucho».
Los legisladores del Sejm, el Parlamento polaco, fueron elegidos el pasado octubre para un mandato de cuatro años.
Se da además la circunstancia de que en caso de aprobarse una reforma de la ley, la misma podria ser vetada por el presidente Andrzej Duda, jefe de Estado, o anulada por el Tribunal Constitucional