(InfoCatólica) En diciembre del año 2022, poco antes de la Navidades, Isabel Vaughan-Spruce, directora de la organización March for Life en el Reino Unido y voluntaria que apoya a mujeres en crisis de embarazo, fue detenida por la policía frente a una clínica de abortos en Birmingham.
Fue arrestada y acusada de cuatro cargos después de que le dijo a la policía que «podría» estar rezando en silencio, cuando le preguntaron por qué estaba parada en una calle pública cerca de un centro de aborto.
Una ley aprobada por las autoridades de Birmingham criminalizaba, y criminaliza, a las personas que se considere que «participan en cualquier acto de aprobación o desaprobación o intento de acto de aprobación o desaprobación» en relación con el aborto, incluso a través de «medios verbales o escritos, oración o asesoramiento».
En septiembre del 2023 se retiraron los cargos contra Isabel. La policía de West Midlands publicó una disculpa por el tiempo transcurrido hasta llegar a la decisión de no procesarla por rezar en silencio.
Isabel Vaughan-Spruce presentó una demanda en la que pedía una compensación para que quede claro que no se puede detener a nadie por rezar en la vía pública. Finalmente, según informa The Telegraph, el caso no ha llegado a juicio al acordarse una indemnización de 13.000 libras (aprox 15.000 €).
Vaughan-Spruce ha celebrado el acuerdo en X y ha pedido a las autoridades que reconozcan que no puede volver a pasar lo que le ocurrió a ella:
It should never have to have come to this but I hope that the police and government now recognise that silent prayer is not a crime and peaceful, prolife Christians will not stand for bullying and discrimination.https://t.co/yyRMWJG6b0
— Isabel Vaughan-Spruce (@IsabelVSpruce) August 19, 2024
Nunca debería haber llegado a esto, pero espero que la policía y el gobierno reconozcan ahora que la oración en silencio no es un delito y que los cristianos pacíficos y pro vida no toleren la intimidación y la discriminación.