(ACI/InfoCatólica) El Instituto Tomás Moro, con sede en Costa Rica, presentó el libro Con Corazón de Pastor, una colección de cartas pastorales del español San Ezequiel Moreno, un obispo español que evangelizó Colombia y Filipinas en el siglo XIX y comienzos del XX.
La presentación del libro, el primero del instituto, se realizó el 23 de julio en el Seminario San Ezequiel Moreno de los agustinos recoletos en Pozos de Santa Ana (Costa Rica) y estuvo a cargo de Mons. Ángel San Casimiro, fraile agustino recoleto y Obispo emérito de Alajuela, y Luis Fernando Calvo, director del Instituto Tomás Moro, quien ha escrito el prólogo de esta reedición de las cartas pastorales de San Ezequiel.
En sus cartas, el santo obispo «aborda los riesgos que representa, para la fe de los católicos de su diócesis, el agresivo liberalismo del siglo XIX, que cundía en diversos países de Hispanoamérica, incluyendo Colombia y la vecina Ecuador», señala una nota de prensa.
En Ecuador, prosigue el texto, «se darían, en estas últimas décadas del siglo XIX, terribles sacrilegios y ofensas a la fe de los católicos» como «el asesinato por envenenamiento de Monseñor Checa y Barba, arzobispo de Quito, así como el sacrilegio cometido en Riobamba, donde las huestes del General Alfaro, liberal, asesinaron al Rector de la Capilla de San Felipe Neri (hoy conocida como la Capilla del Sacrilegio), el Padre Moscoso de la Compañía de Jesús. Además, pisotearon el Bendito Cuerpo de Cristo en las Sagradas Formas».
En otra de las cartas, el obispo Ezequiel invita a los fieles a «contribuir con la construcción del Santuario de Nuestra Señora de las Lajas, un maravilloso santuario enclavado en el bosque, una hermosa basílica neogótica, construida en el cañón del río Guáitara», en el sur de Colombia.
La nota señala además que en sus textos no sólo se percibe su amor por los fieles sino una gran valentía, ya que «al hacer estas denuncias pone en riesgo su vida y su buen nombre, ya que desnuda los riesgos para la fe de los católicos que supone aceptar o permitir la difusión de las doctrinas liberales».
«Estas posturas de San Ezequiel le valdrían inclusive diferendos con otros obispos que serían eventualmente resueltos a su favor desde la Santa Sede», agrega.
Luis Fernando Calvo comenta que «a San Ezequiel le tocaron tiempos difíciles, de franca persecución anticatólica, principalmente por parte de los gobiernos liberales de la región y de las logias».
Ante estas y otras amenazas que aún subsisten en la sociedad, y que buscan que la fe se reduzca al ámbito privado, Calvo resalta que los católicos deben «exponer sin miedo nuestras propuestas para la construcción de una mejor sociedad según los auspicios de la Doctrina Social de la Iglesia. Que el valiente ejemplo de San Ezequiel nos inspire para obrar según la verdad y en la caridad».