(ACIPrensa/InfoCatólica) La Conferencia Episcopal Peruana (CEP) ha lanzado un llamado a todos los fieles del país para unirse a la Campaña Compartir 2024, destinada a asistir a aquellos afectados por la pobreza severa y los desastres naturales. Esta iniciativa, que lleva el lema «Hermano, dame la mano», incluirá dos eventos clave: una colecta parroquial programada para el domingo 18 de agosto en todas las iglesias del Perú, y una colecta pública que se llevará a cabo del 11 al 18 de agosto. La campaña busca reunir fondos y apoyo para enfrentar las necesidades urgentes de los más vulnerables en el país.
En su último informe anual, la ONU ha revelado que Perú encabeza el ranking de inseguridad alimentaria en América Latina, con un alarmante 51.7% de su población, equivalente a 17.6 millones de personas, enfrentando inseguridad alimentaria grave o moderada. Este dato indica que más de la mitad de los peruanos no tuvo acceso a alimentos nutritivos en las cantidades y calidad requeridas durante el último año. La situación se ha agravado significativamente, con un incremento de más de un millón de personas en esta condición entre 2021 y 2023.
Asimismo, un informe previo del Instituto Nacional de Estadística e Informática, titulado «Perú: Evolución de la Pobreza Monetaria 2014-2023», destacó que casi un tercio de la población peruana, es decir, alrededor de 9.780.000 personas, vive en situación de pobreza. La pobreza extrema ha experimentado un aumento, alcanzando un 5.7%, lo que se traduce en 249 mil personas adicionales en comparación con el año anterior.
A estos desafíos se agregan problemas adicionales como las intensas lluvias en la costa, las heladas en la sierra y el friaje en la selva, además de una epidemia de dengue que se ha extendido por todo el país.
Por ello, con la organización de la Campaña Compartir 2024 esperan representar un aporte significativo de ayuda para dicha población en riesgo. Como explicó la CEP en un comunicado, buscan motivar «la ejecución de programas y proyectos de ayuda social en diferentes zonas del Perú donde habitan las poblaciones vulnerables».
Y afirman: «De este modo, la Iglesia peruana promueve la solidaridad cristiana, acercando la presencia de Jesús a los que sufren en los momentos difíciles, y fomenta la participación activa de la feligresía y la ciudadanía para contribuir en la solución solidaria de los problemas que afectan a los más necesitados del país».
Según mencionaron los obispos peruanos, absolutamente todos están invitados a ser parte, desde las personas de buen corazón hasta las empresas que quieran ofrecer su aporte.
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