Hablar de Dios
San Pablo en el Areópago, Rafael | © WikiMedia

Hablar de Dios

La descristianización de la sociedad argentina contemporánea ha calado hondamente en la situación religiosa de la cultura, de tal modo que Dios se ha convertido en un extraño, en un desconocido, en medio de una curiosa confusión politeísta. Es verdad que no faltan los creyentes, quienes dan culto al único Señor y Creador. La Iglesia, aunque se haya estrechado, está aún presente con distintos niveles de aceptación y comprensión de la centralidad del kérygma: Cristo resucitado, vivo y presente, por ejemplo, entre grupos mayoritariamente de jóvenes en diversas parroquias.

Buscando antecedentes, se podría recorrer toda la historia cristiana. Prefiero detenerme en un episodio que podría llamarse fundacional: el Apóstol Pablo evangelizando a los atenienses y su célebre discurso en el Areópago. Recordemos rápidamente los hechos, que se reportan en el capítulo 17 del Libro correspondiente, que es el tomo segundo de la obra de Lucas, autor del tercer Evangelio sinóptico.

En Atenas brilla la actividad filosófica, o por lo menos la curiosidad y la charlatanería. En el ágora (habría que decir la agorá) alternan estoicos y epicúreos. El Apóstol se suma y causa interés y extrañeza. Consideran que es un spermológos, un «sembrador de palabras» que presenta una nueva doctrina, porque anunciaba a Jesús y la Resurrección (Anástasis). Interesados, lo llevaron al areópago para que expusiera lo que consideraban una nueva doctrina (kainé didajé). Pablo comienza con una especie de «captatio benevolentiae»: «veo, atenienses, que ustedes son la gente más religiosa que existe» (deisidaimonesterous), y hace referencia haber visto en su recorrida un altar al «Dios desconocido» (Agnōstō Theō). «Yo anuncio a ese a quien ustedes sin conocer veneran».

Desarrolla entonces una breve síntesis de teología natural. Ese Dios es el creador de cielo y tierra y el Señor de todo, que no habita en templos hechos por manos de hombres; y tampoco puede ser servido por manos humanas como si tuviera necesidad de algo, ya que Él da a todos la vida, la respiración y todas las cosas (zōēn, pnoēn, pánta). «Hizo a partir de uno a todo el género humano para que habitara la tierra y estableció sus límites, a ver si pueden hallarlo, ya que no está lejos de cada uno de nosotros, pues en Él vivimos, nos movemos y existimos». Cita entonces un verso del poeta Aratos: «nosotros somos de su género, es decir, de raza divina». Entonces descalifica el politeísmo. Dios los dejó en su ignorancia, pero ahora anuncia un tiempo de metanoia, de conversión, porque estableció un día para juzgar al universo con justicia, por medio del Hombre que Él resucitó de entre los muertos. A la teología natural sigue el kérygma propiamente dicho.

  Este caso arquetípico estimula a la Iglesia a hablar de Dios, en lugar de competir políticamente ocupándose de lo que dirían mejor los especialistas. Desde Dios se ilumina la realidad humana.

+ Héctor Aguer
Arzobispo Emérito de La Plata.

Buenos Aires, miércoles 7 de agosto de 2024.
Memoria de San Sixto II, Papa, y compañeros mártires; y de San Cayetano, presbítero. -

3 comentarios

Jose Ignacio
Ciertamente la sociedad internacional tiene poco recorrido moral y espiritual. Está apagada en cuestiones de moral y espiritual, y no tanto porque no la practiquen en absoluto, sino porque callan - en general - de forma demoledora antes comportamientos que la propia Doctrina o los mismos mandamientos, para ser más claros, los señalan como aberrantes. Se creen que existe ese dios que les conviene, no quieren saber nada de lo que pasa a su alrededor, aún cuando sea malo o mejor dicho inadmisible moralmente, sólo piensan - demasiados - en cambiar de coche o aumentar su fondo de armario, o fardar delante de conocidos y familiares. Es una sociedad que ya no bendice los alimentos de cada día antes de consumirlos y que tiene más perros ( no tengo nada en contra de los fieles animales ) antes que niños.

También hay alguna sociedad religiosa que sólo trabaja para adentro y se ufana de sus comportamientos ( perfectos en este mundo hay poco ), su finalidad es ser más en número y elegidos entre los más pudientes, pero a la vez olvidándose que el apostolado es un mandato de DIOS, " pero para todos". Vivir en los mejores pisos, y se ayudan de sus pares para tener las mejores comidas y limpieza, que no estaría mal sino fuera porque son gratuitas y sin obligaciones laborales. De todo hay en este mundo. DIOS es para todos - incluso para los más desfavorecidos -, y nos llama desde la eternidad, puesto que además EL no tenía donde apoyar la cabeza. Otros la pobreza - no la miser
9/08/24 10:31 AM
Ricardo de Argentina
Gracias Monseñor por su erudita y clarísima descripción de la intervención de San Pablo en el Areópago ateniense.
Ciertamente ésa era, como la de ahora, una época donde Dios Uno y Trino era "un extraño, un desconocido, en medio de una curiosa confusión politeísta", tal como Ud. bien dice.
Pero permítame señalar un aspecto bajo el cual, la situación de esa naciente Iglesia era diametralmente opuesta a la de ahora.
Allí Dios le daba "viento de cola", de manera que no cesaba de crecer tanto en cantidad como en santidad de creyentes. Y desde Constantino Dios proveyó los apoyos políticos que hicieron posible, con el tiempo, el surgimiento de la gloriosa Cristiandad.
Ahora en cambio, luego de que Dios decidiera quitar a su Iglesia, gradualmente, todos los apoyos políticos que en su momento tuvo la Cristiandad (por razones que desconozco), nos encontramos con una inmensa estructura eclesial, que por haber crecido al calor del favor de los poderosos (gracias a Dios), al haberse perdido éste se queda sin sustento y se resquebraja inexorablemente.
10/08/24 3:11 PM
javidaba
Muchas gracias, Monseñor.
Hace unos días, escuché por internet un conferenciante que decía más o menos, que cuando hace sesenta, cincuenta, cuarenta años, él se refería a «Dios», todo el mundo en su entorno, sabía lo que la palabra «Dios» quería decir en el contexto en que era pronunciada.
Hoy, no se puede uno referir a Dios sin precisar "a qué Dios" nos estamos refiriendo... pues la sociedad ha aceptado el multiculturalismo y "cultura" (que proviene de "culto") es la de cualquier dios o Pachamama "cultuable".
20/08/24 12:37 PM

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